Contenido creado por Lorena Zeballos
Entrevistas

Tiene olor a vida

Conversamos con Marcos Carnevale, director de "Inseparables"

Conversamos con el director argentino Marcos Carnevale sobre “Inseparables”, su nueva película.

31.08.2016 14:30

Lectura: 6'

2016-08-31T14:30:00-03:00
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“¿Qué es la vida sino una obra de teatro en la que cada uno hace un acto hasta que baja el telón?”, escribió Erasmo de Rotterdam en sus afamados Adagios, donde volcó su honda preocupación en el ser humano, en sus problemas no resueltos y el porvenir.

Pasaron más de 500 años desde esas palabras, pero la inquietud por volcar el lado más humano de ser humano, valga la redundancia, sigue tan en pie como en aquellas clases de teología que impartía en la Universidad de Cambridge.

Desde la experiencia, con un desarrollo cuidado del contar los sentimientos más puros sin caer en los estereotipos, Marcos Carnevale se enfrenta a cada una de sus películas con la decisión de ensalzar el ser por encima de la acción. Es su estilo. Le llevó décadas entender que esa era, precisamente, su marca de identidad.

Ahora se encuentra frente a un guion de otro, que perfectamente podría haber escrito él y, aunque no considera que sea su mejor película, es en la que se descubre de verdad, en la que se libera.

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En tus películas se destaca la parte humanista por encima del guion. ¿Cómo enfrentaste esta película para resaltar ese costado?

Yo soy un humanista por naturaleza, desde que tengo noción lo que me interesa son las personas, la problemática humana. No hubo preparación específica, solo ponerme yo de la forma más honesta frente a la historia, al cuento que voy a contar y hacer que me atraviese. En este caso no es una idea que se me ocurrió a mí pero cuando la vi hace cinco años sentí que era una película que perfectamente podría haber hecho yo, porque el modo en el que estaba contado el tema, era un modo que yo también hubiese usado. Entonces cuando me ofrecieron hacer la remake ahora, no lo dudé. Y no me equivoqué, fue un privilegio meterle mi impronta para adaptar al estilo rioplatense; pero el espíritu de la película en sí es lo que me atrae y creo que aun no siendo una historia mía, por experiencia acumulada, no creo que sea mi mejor película pero es la que mejor filmé.

¿En qué momento te encuentra esta película?

En un momento de cambio muy grande, a nivel de 50 años, de haber hecho mucho trabajo hasta acá, de haber logrado una evolución y sentir que definí mi estilo. A cualquier artista le lleva un tiempo descubrir su impronta. Pero mirando mi filmografía encuentro eso que resaltaste vos, lo que se repite constantemente es el humanismo. Pienso ir más para ese lado pero más suelto de muñeca, filmar con mayor libertad, con mucho aprendido y mucho por aprender. Esta película la hice con mucha libertad.

Como espectadora pienso "Carnevale" y proyecto en mi mente una película que toque temas sensibles como puede ser una enfermedad, una discapacidad, una situación de marginalidad, retratada con humor pero sin rozar la burla. ¿Cómo construís esa forma de explicar historias sin caer en los estereotipos?

Es una mirada que tengo sobre la vida más que sobre el cine. Detesto cuando la gente etiqueta y juzga todo: el gordo, el gay, el judío, el musulmán... Y nadie es una sola cosa. Todos somos un compendio de muchas cosas, seres complejos. De pronto ser gay o judío es una característica más que te define pero nada más que eso. Y con los personajes me gusta que sean realistas, no quiero que sean figuras de cartón donde veas "acá entró el gay", "acá entró en marginal", no me interesa eso. Lo mismo con el humor. No me gusta el humor de gag, me gusta el humor que fluya natural y eso genera que pase de una escena de supuesta comedia a una escena emocional con la misma partitura. Es la mirada que tengo de la vida. En esta película trabajo muy de la mano con los actores, que me permiten manejar el tono de la película, para no irnos a la sensiblería pero si hace falta emoción profunda se la damos, no quedarnos a medias.

En notas de actores que han trabajado contigo, todos destacan el ambiente propicio para trabajar que se genera en tus películas. Imagino que no es sencillo.

Yo amo a los actores. Nikita Mijalkov [director ruso] decía que él no los dirigía sino que los amaba. Y yo creo un clima de amorosidad(sic.) que me es importante para trabajar, pero no solo para sentirnos bien y que nos llevemos bien onda hippie, sino que con el buen ánimo a un actor le podés pedir cualquier cosa; porque está entregado, porque está seguro, porque está protegido... El actor es un ser muy vulnerable a la hora de exponerse frente a una cámara, entonces me ocupo mucho de eso y en general después termino siendo amigo de todos ellos. Se genera un vínculo. Les doy libertad, les dejo que muestren, dirijo y les doy las órdenes al oído no frente a todo el mundo. Porque así después les pido y me dan y es lo que queda en la pantalla.

Apuesta inteligente haber elegido, además, a Oscar Martínez y Rodrigo de la Serna para el protagónico, porque estuvieron más de dos años haciendo teatro en equipo y se conocen muy bien. Calculo que a la hora de hacer la remake de una película que tuvo mucho éxito, esta elección tuvo un peso especial.

Era un desafío muy grande y una vara muy alta, porque la película original es fantástica. Lo que quise hacer fue una película mía. A Oscar le pasó lo mismo, le di la posibilidad de tocar su partitura. El vínculo de ellos después de haber hecho Amadeus, juntos, facilitó mucho, porque yo tendría que haber generado ese vínculo antes de poder filmar y que se transmita lo que se transmite hoy si ves la película. Ellos se miran y sentís que hay confianza, eso por más buenos actores que sean no se puede actuar.

Inseparables, con dirección de Marcos Carnevale y la actuación de Oscar Martínez y Rodrigo de la Serna, se estrena el 1º de setiembre en cines uruguayos. 

Montevideo Portal | Lorena Zeballos
lorena.zeballos@montevideo.com.uy