Contenido creado por Jorge Luis Costigliolo
Entrevistas

Los reyes de la milonga

Conversamos con Diego Demarco, guitarrista de Los Auténticos Decadentes

“Romper el molde es lo que buscamos siempre. Que cualquier ritmo pueda entrar en una canción”, dice el guitarrista de los Decadentes.

26.01.2017 15:56

Lectura: 9'

2017-01-26T15:56:00-03:00
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Esto ocurrió a fines del 88, o a más tardar en el feroz verano porteño del 89, y sepa el lector perdonar la referencia personal. Por ese entonces corría el runrún de una banda que rompía todo, que no se parecía a nada, y unos punks amigos confabulados para ir a verla me extendieron el envite. Los Auténticos Decadentes, decía uno de los que ya había pasado por la experiencia, eran capaces de levantar a un muerto.

Tenían vientos y hacían temas reggae y ska pero, al lado de ellos, Los Fabulosos Cadillacs eran el coro de la Escuela Naval. Había en el grupo, decía este amigo, un cantante que no pegaba una nota pero que no paraba de saltar un segundo, y militaba en sus filas un tal Jorge Serrano, que había firmado el himno generacional "Gente que no", grabado por los incendiarios Todos Tus Muertos en su deslucido disco debut.

Puede haber sido el Centro Parakultural de Venezuela al 300, pero la memoria me lleva a ubicar los hechos en Mediomundo Varieté, un antro marginal y encantador en plena calle Corrientes. Allí, en una casa medio ruinosa a la que se llegaba por un pasillo estrecho y oscuro, hacía de las suyas La Forma, días atrás (o días después) debutaban Las Perras Lesbianas, la banda del célebre Falopa, y eran locatarios Dalila y los Cometa Brass.

Lo que vimos esa noche, arriba del escenario, fue más de lo que esperábamos encontrar. Los Auténticos Decadentes eran el mejor chiste jamás contado. Su imagen carnavalera y de barrio bajo afinaba perfecto con las canciones: skas atarantelados y hardcore punk trompetero, con letras que apelaban a la risa sin complejos. Una celebración del caos. No tenía nada que ver con lo que habíamos pensado, pero terminó siendo mejor que todo lo que habíamos visto.

Ahora, muchos años después, el chiste sigue teniendo su gracia. Los Auténticos Decadentes celebran por estas fechas tres décadas de carrera, padres y referentes en un sonido que mezcló la melomanía rockera, el Do It Yourself punk, la raviolada del domingo y la épica tribunera.

Hacedores de melodías que rinden los mismo en las fiestas de casamiento que en la popular de cualquier estadio de América, y dueños de una poética, por momentos de brocha gorda, a veces tierna, casi siempre camp, Los Auténticos Decadentes son los reyes de la milonga.

Diego Demarco se subió a la nave decadente hace 30 años, con una guitarra que sabía tocar mucho menos que ahora, cuando estudiaba y trabajaba de cualquier cosa, y desde entonces no se bajó más. La primera vez que ganó un mango con el grupo dejó todas las otras obligaciones y se volcó a Los Auténticos Decadentes con fervor religioso. "Es lo que nos gusta, y es nuestro trabajo", defiende como máxima.

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La primera pregunta es una obviedad: ¿Cómo hace una banda tan numerosa para sobrevivir tres décadas sin contar con homicidios entre sus integrantes?

A veces ser muchos ayuda un poco, porque no hay tanto resentimiento entre nosotros (Risas). Nos cansamos de uno y nos vamos con el otro. Es como una familia numerosa. Tiene sus cosas. Para ensayar es un lío, estamos todos a los gritos. Pero somos amigos, es nuestro trabajo, lo que nos gusta hacer. Lo importante es que arriba del escenario hay una química, y eso hace que todas las cositas se acomoden.

 

La banda funciona como una cooperativa en lo artístico, pero también en lo empresarial, y no debe ser fácil para ustedes hacer cosas que 30 años atrás ni imaginaban, desde encargarse de los contratos hasta mezclar el disco...

Realmente el músico se hace músico porque es medio vago, no le gusta trabajar, ni hablar de números, ni nada, pero después los números se te vienen encima. Nuestro mánager es uno de los músicos, y lo bueno de esta cooperativa es que todos cobramos en partes iguales. Eso ayuda a que la banda sea bastante democrática.

 

Pero los números no fueron siempre los mismos, no es lo mismo tocar en Mediomundo Varieté que vender medio millón de discos. ¿Cuándo se dieron cuenta de que la cosa iba en serio y había que encarar esa realidad?

Yo trabajaba y estudiaba, hasta que gané mis primeros $ 100 en Cemento, y ahí dejé todo lo que estaba haciendo. Se reparte en partes iguales porque somos una banda, y ahí surgió eso, desde siempre. No hay mucha diferencia, más allá de que los compositores cobran lo suyo en Sadaic (Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Música), aunque dejan un porcentaje para la banda. Siempre fue así.

 

Siempre se los vincula al punk porque algunos de los integrantes de la banda vienen del género e incluso alternaron con grupos punks en sus comienzos, pero hay también una cuestión "filosófica", si se quiere, del "hacelo vos mismo", ¿No?

Eso es lo que el punk rock trajo, que cualquiera podía agarrar un instrumento y tocar. Hay una parte que tiene que ver con lo creativo, con lo espontáneo, y otra que va por el lado del estudio, de aprender a tocar el instrumento. Animarse de cero es una cosa que está buena, y después hay que tratar de ir evolucionando, mejorando lo que hacés.

 

Hace varios años Jorge Serrano, guitarrista y cantante de Los Decadentes, decía que la música que hacían era folklórica. ¿Estás de acuerdo con eso, de que son parte del folklore, del paisaje sonoro de las zonas metropolitanas de América Latina?

Es que nosotros tomamos elementos del folklore de todos lados, y siempre está el folklore. Al tocar murga, cumbia, cualquier ritmo, se mezcla el folklore de cada lugar. Se arma un folklore propio que tiene elementos de la música rioplatense y de Latinoamérica.

 

Pero bandas como Café Tacvba o Aterciopelados también hacen ese rescate, pero desde un lugar más intelectual, y lo de ustedes es visceral, de raíz...

A veces el rock es reacio a la raíz popular. No siempre. Por suerte eso se rompió, y en eso ayudamos nosotros, que podemos hacer cualquier cosa, y dentro de eso está la cumbia, la murga... Romper el molde es lo buscamos siempre. Que cualquier ritmo pueda entrar en una canción.


¿Fue fácil asumir ese rol? Porque, al día de hoy, todavía son considerados grasas o, desde un lado más cool, como "piolas" por hacer una música grasa apta para todo público...

Lo que llaman grasada es una música popular que también está buena. El cuarteto, para muchos, puede ser una grasada. Pero hay cuartetos que están buenísimos. Y nos gusta tomar esos elementos. A nosotros nos queda bien la música bailable. Tenemos un alma divertida, y lo divertido puede ser grasa. Lo tomamos así y bienvenido sea. Si a alguien le parecemos grasas, está bien: somos grasas.


Que yo recuerde, Los Auténticos Decadentes fueron los primeros en tomar el humor como parte de la composición gratuitamente, ¿No? Porque, por citar un ejemplo, Los Twist tomaban el humor pero con cierta malicia intelectual. En su caso las cosas son claras, las canciones son así, no hay nada oculto atrás...

Es que está mezclado el humor con el sentimiento. Como la vida misma. Vos te podés reír, pero hay un sentimiento. Por ejemplo "La prima lejana" tiene mucho humor, pero también hay amor. Habla de sexo desde el humor y desde el amor. Hacemos mucho eso nosotros.

 

No había antecedentes en el rock...

Es verdad. Jorge Serrano tiene la particularidad de componer una canción romántica y hacerla mierda con algo muy gracioso, re grasa, y no deja de ser romántica. Le mete algo que hace ruido, pero no choca. Jorge tiene bastante que ver en esa mezcla.


Capaz que son muy difíciles de copiar, pero no hay bandas tipo los Decadentes...

No, somos muy raros. Aparte somos muchos, y cada uno trae lo suyo. Cucho [Parisi] también es muy raro. Se armó como un cambalache de cosas que le da bastante personalidad al grupo.

 

30 años atrás ni los Rolling Stones tenían 30 años de carrera. ¿Se imaginaban que podía llegar a haber una carretera que los trajera hasta acá, y que todavía sigue?

No. Nunca lo imaginamos, pero tampoco imaginamos lo contrario. El sueño nuestro siempre fue tocar en lugares cada vez mejores, abrir mercados donde se pueda, y que la gente nos conozca en distintos lugares. Como que no hay un proyecto a largo plazo, no se sabe mucho lo que va a pasar en el futuro. Pero como que nunca pensamos en eso.

 

Pero tres décadas atrás pocos artistas del rock argentino tenían una carrera consolidada. Pienso en los grandes monstruos, como Charly García, Spinetta, y no muchos más...

Sí. ¡Y encima que seamos tantos para repartir la torta!

 

¿Qué viene ahora para los Decadentes?

Ahora estamos de vacaciones, pero ya empezamos a tocar. Empezamos en Paraguay, Uruguay, Chile, Bolivia, y los shows de los carnavales en las provincias. Y vamos a grabar algo nuevo. Estamos pensando en hacer un disco de covers. Todavía lo estamos pensando, así que es casi una primicia. Estamos escuchando muchas canciones, hay muchas buenas para hacer. Pero no nos apuramos. Si a esta altura de nuestra carrera nos corren...

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Los Auténticos Decadentes se presentan el 15 de febrero en el Festival Parranda, en Landia (Centro de Espectáculos Parque Roosevelt), junto a Once Tiros, Cayó La Cabra y Sonidero Mandinga. Entradas a la venta en Red UTS.