La alimentación es un pilar fundamental para la salud, el bienestar y la longevidad de los perros. Una dieta equilibrada no solo previene enfermedades, sino que también impacta en su energía, pelaje, digestión y estado emocional. A continuación, una guía básica con consejos avalados por veterinarios para garantizar que tu compañero peludo reciba todo lo que necesita.

1. Elegí el alimento adecuado para su etapa de vida

No es lo mismo alimentar a un cachorro, un adulto o un perro senior. Cada etapa requiere nutrientes específicos. Consultá con el veterinario qué tipo de alimento (balanceado seco, húmedo o mixto) es el más adecuado según su edad, tamaño y estado de salud.

2. Leé bien las etiquetas

Prestá atención a los ingredientes. Un buen alimento debe tener proteínas de calidad (como pollo, cordero o salmón) como primer componente, y evitar subproductos de baja calidad, conservantes artificiales o azúcares.

3. Establecé una rutina de horarios

Los perros se benefician de tener horarios fijos para comer. Esto ayuda a regular su digestión, evita el sobrepeso y reduce la ansiedad. En general, se recomienda alimentar a los adultos dos veces al día.

4. Controlá las porciones

Seguí las recomendaciones del envase según el peso y el nivel de actividad de tu perro, pero recordá que cada animal es único. Ajustá las cantidades si notás que sube o baja de peso.

5. Evitá darles sobras de comida humana

Aunque muchas veces cueste resistirse, ciertos alimentos como el chocolate, las uvas, la cebolla o el ajo son tóxicos para los perros. Las comidas muy condimentadas o con grasas también pueden afectarles seriamente.

6. No abuses de las golosinas

Los premios o snacks deben representar menos del 10% de su ingesta diaria. Usalos con criterio, sobre todo como refuerzo positivo en entrenamientos o momentos de socialización.

7. Asegurales agua fresca y limpia todo el día

Es tan importante como el alimento. La hidratación constante es vital para su metabolismo y para prevenir problemas renales o urinarios.

8. Considerá necesidades especiales

Si tu perro tiene alergias, sobrepeso, problemas renales u otras condiciones médicas, consultá por dietas específicas. Existen alimentos formulados para patologías concretas, con control veterinario.

9. No cambies la dieta de golpe

Si necesitás cambiar el alimento, hacelo de forma progresiva en al menos 5 a 7 días, mezclando paulatinamente el nuevo con el anterior para evitar trastornos digestivos.

10. Hacé controles veterinarios regulares

Un profesional puede detectar deficiencias nutricionales, problemas de peso o necesidades especiales antes de que sean evidentes. La prevención es siempre el mejor tratamiento.