Contenido creado por Agustin Zabala
Entrevistas

El que debuta gana

Con Paula Liberman y Melina Gorzy, sobre su Florencio al Mejor texto de autor nacional

Con “Y vivieron felices sin comer perdices” obtuvieron su primer premio con su primer texto.

07.01.2017 10:34

Lectura: 9'

2017-01-07T10:34:00-03:00
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Las jóvenes Paula Liberman y Melina Gorzy, sobre el premio Florencio al "Mejor texto de autor nacional" del teatro para niños. "Y vivieron felices sin comer perdices", es la primera obra que escriben. Mejor aliento para seguir adelante, imposible.

Melina tiene 23 años. Es egresada de la Escuela de Actuación de Vicky Rodríguez y Gustavo Antúnez y de la Escuela de Comedia Musical. Es psicóloga. Ha dado clases de teatro para niños y actuado en varias obras de teatro. La obra premiada fue su debut como autora. Estudió en el colegio Kennedy y de niña fue a la Escuela de Tradición en la colectividad judía.

Paula tiene 22 años. Es egresada del Instituto de Actuación de Montevideo (IAM), de la Escuela de Comedia Musical y también estudiante avanzada de Psicología. Estudió en el Instituto Ariel hasta 3ero de liceo y luego en la Escuela Integral Hebreo Uruguaya. En el movimiento juvenil Macabi Tzair donde activó muchos años, participó en el grupo de teatro. Este fue su debut como autora y como directora.

Y lo mejor de todo, es que la satisfacción del galardón, se sumó al disfrute de ambas al concebir la obra, pensarla, prepararla, escribirla y ver a los niños disfrutar de la misma.
Para conocer los pormenores del emprendimiento y poder transmitir también a los lectores al menos parte de la justificada alegría de ambas, pedimos a Paula y Melina esta entrevista.

Paula y Melina, imagino vuestra alegría...No es poca cosa, tan jóvenes, recibir el premio Florencio al "Mejor texto de autor nacional" del teatro para niños. ¿Cómo les tomó la noticia?

Paula: Estamos muy contentas. Hicimos esta obra con mucho esfuerzo y amor, y pienso que lo más gratificante ha sido ver la respuesta del público, que aceptó la propuesta y la hizo crecer. Después de eso, obviamente todo reconocimiento es una alegría y lo agradecemos mucho.

Melina: Totalmente. En lo personal, si bien había tenido la oportunidad de actuar en otras obras para niños, esta experiencia fue muy distinta. Ninguna de las dos había escrito ni producido una obra antes, por lo que también aprendimos muchísimo en todo el proceso de creación y puesta en práctica de la obra. Sin duda que recibir este premio es un reconocimiento muy lindo a nuestro trabajo.

Imagino que consideraban que la obra era buena ya que de lo contrario, no iban a ponerla en escena y arriesgarse a papelones. Pero entre eso y el Florencio, hay un trecho. ¿Se les pasó por alguna neurona que podrían recibir un reconocimiento de esta índole?

Melina: Creo que esas cosas es mejor no esperarlas así te sorprenden. Ya estábamos muy contentas con la respuesta que habíamos obtenido por parte de los niños, así que cuando llegaron las nominaciones y el premio recibimos una sorpresa que nos llenó de alegría.

Paula: Claro, nunca pensamos mucho en eso. Sí confiábamos en nuestro proyecto y creíamos que estábamos yendo por el camino que más nos convencía. Pero incluso en un primer momento teníamos muchas dudas sobre cómo el público tomaría la obra, o nos preguntábamos si los padres estarían dispuestos a llevar a sus hijos.

La historia de la obra es realmente original, dos hermanos que se cansan de los típicos cuentos para niños, de princesas rescatadas y príncipes salvadores, y deciden buscar a través de su propia biblioteca, historias diferentes que cuenten cómo realizar sueños. Ya antes de tocar lo muy uruguayo de la obra, por las historias con las que se topan, la idea misma es poco común. ¿Cómo llegan a algo así? ¿Ustedes se aburrían de chicas cuando les leían cuentos?

Paula: Nosotras crecimos con esas historias y, en realidad, de niñas las disfrutábamos mucho. La idea no es anular esas propuestas, sino generar más opciones y también incentivar una actitud más crítica ante lo que consumimos -y lo que hacemos que nuestros niños consuman. Cuando uno es chico quizá acepta esos modelos sin mucho análisis e incluso se esfuerza por alcanzar estándares que, en realidad, son bastante inalcanzables. Eso puede ser bastante frustrante. Queríamos señalar que existen otras alternativas. Hay formas más reales, me animo a decir más divertidas, de ser feliz sin tener que ser una princesa.

Melina: Yo de chica era fanática de todas esas historias. Miré todas las películas de Disney, más de una vez cada una. Sin embargo, como mencionaba Paula, no era consciente del mensaje que transmitían, ni tampoco me lo cuestionaba. Por eso me parece que está bueno que existan otras opciones para que los niños no se queden solamente con ese enfoque.

Yo decía recién que hay algo muy uruguayo en la obra, porque la forma más entretenida que hallan los niños para concretar sueños, es dar los ejemplos de vida de tres mujeres que se abrieron camino por las sendas que eligieron: China Zorrilla, Idea Vilariño y Paulina Luisi, o sea una destacada actriz, una poetisa reconocida y la primera médica mujer del Uruguay. ¿Hay aquí además un mensaje feminista?

Melina: Hay un mensaje feminista en el sentido de que con la obra intentamos romper un poco con algunos estándares que nos imponen. Es decir, mostrar que las mujeres no tenemos que esperar que el hombre nos solucione los problemas, sino que podemos luchar y cumplir nuestros objetivos por nosotras mismas. Esto también se aplica a los hombres, quienes muchas veces cargan con esa responsabilidad impuesta de tener que ser el "superhéroe o príncipe" que dedica su vida a rescatar a la "princesa".

¿Qué les atraía en las figuras de ellas tres, más allá del hecho que fueron tres luchadoras, cada una en lo suyo?

Paula: Quisimos elegir mujeres que se plantearon objetivos, que lucharon por ellos y que se distanciaron de las princesas al no sentarse a esperar, por ejemplo, que un hada madrina las ayudara. Afortunadamente en nuestro país tenemos muchos ejemplos de esos, y no fue necesario irnos muy lejos en tiempo ni en espacio para encontrar historias así. En el proceso de creación pasamos por muchas mujeres distintas, no nos fue fácil decidirnos por ellas tres. Creo que en la decisión final influyeron varias cosas: que tenían intereses muy distintos, que no eran tan populares -China es seguramente la más conocida, pero entre los niños no lo es tanto tampoco- y que tenían formas muy diferentes de encarar su vida.

Melina: Además, si bien son muy diferentes, tienen en común que rompieron con los esquemas de su época y se atrevieron a buscar sus propios caminos sin depender de nadie.

Si bien no he visto la obra, leo sobre ella y me parece que no es simplemente una historia original sino una obra con un gran mensaje educativo. ¿Así se dio o fue intencional?

Melina: La realidad es que nuestro objetivo principal era transmitir el mensaje de una manera que los niños pudieran entenderlo y a su vez divertirse. Creíamos que la mejor manera de que les llegara el contenido era planteándolo de una manera entretenida, con chistes, colores, canciones. Por suerte, su respuesta nos sorprendió gratamente. Todos sabemos que ellos son genuinos en sus reacciones, si se aburren no disimulan y tampoco se ríen por compromiso como sucede a veces con los adultos, pero si aprenden y se divierten también te lo hacen notar. Ese fue nuestro mayor premio con esta obra.

El título mismo, "Y vivieron felices sin comer perdices", suena a mensaje de protesta, a algo así como "no nos vendan tonterías porque la vida no es así". ¿Así lo ven ustedes?

Paula: Obviamente hay un guiño en el título. De todas formas, creo que lo pensamos más que nada siguiendo esa idea de plantear nuevas alternativas. Quizá sí se pueda ser feliz de la manera que los cuentos de hadas proponen, por qué no, pero también hay otras formas y eso no es ni menos alegre ni menos reconfortante.

Ustedes mismas ¿se sienten un tanto revolucionarias?

Paula: No me animo a decir que seamos revolucionarias. Hay mucho por hacer todavía en relación con las ideas que planteamos y, por suerte, muchas personas más que están construyendo en la misma línea.

Son muy jóvenes pero están en este mundo del teatro y la interpretación hace bastante. ¿Tienen claro cómo sigue vuestro camino?

Paula: Básicamente, espero seguir haciendo teatro que es lo que más me gusta. Luego, dentro de eso, iré viendo qué caminos se van abriendo.

Melina: Ahora que conocimos este nuevo mundo de escribir y producir, me encantaría seguir creando nuevos proyectos, ya sea para niños o para adultos.

¿A qué aspiran? O al menos...¿cuáles son las próximas metas?

Melina: Me encantaría seguir trabajando, y conjugando el teatro y la psicología que son mis dos pasiones.

Paula: Sí y seguir también trabajando con esta obra. Hemos estado en algunos departamentos del interior y fue una experiencia hermosa. Sería muy lindo poder alcanzar nuevos lugares.


Paula, Melina ¿se querrían parecer a algunas de las tres mujeres ejemplares cuya lucha por concretar sueños presentan en la obra?

Paula: Idea, Paulina y China tienen historias de vida impresionantes y las admiro muchísimo a las tres. Creo que hay cosas muy positivas para tomar de cada una de ellas. Su valentía, su perseverancia, el amor que ponían en todo lo que hacían. Pienso que lo más lindo es poder tomar esos valores y juntarlos con lo que cada uno quiera hacer, para crear un camino propio. Eso es un poco lo que intentamos transmitir en la obra y lo que sentimos quienes la hacemos.

¿Y cómo explicarían cómo han hecho ustedes para ir concretando sueños? Con esto ya doy por sentado que al menos uno, mostrar que pueden hacer buen teatro, ya lo han alcanzado.

Paula: En realidad, con esta obra todo se dio de manera muy espontánea. Nosotras somos amigas hace muchos años y teníamos ganas de trabajar juntas. Surgió esta idea, nos entusiasmó mucho y nos propusimos sacarla adelante.

Melina: Además, en Uruguay a veces es difícil tener la oportunidad de trabajar de la actuación, entonces uno tiene que generar sus propios proyectos. Por eso surgió la idea de empezar a crear algo juntas.

Divino , realmente, el premio, las ganas, el entusiasmo, y el que dos amigas tan cercanas hayan creado juntas algo así.¿Algo más que quieran agregar?

Paula: Que vamos a volver con la obra el año que viene, así que todos los que no hayan tenido oportunidad de verla -o quieran volver, claro-, van a ser muy felizmente recibidos.

Melina: Sí, ¡los esperamos a todos!

Que sigan cosechando éxitos pues.

Por Ana Jerozolimski