Contenido creado por Manuel Serra
Cultura

Si se trata de cantar

Con Copla Alta, el canto de Santa Clara del Olimar que “tiene bandera pero no partido”

“Denunciar circunstancias del hombre que no son las más justas es parte de nuestra tarea”, asegura el dúo olimareño, que vuelve a la capital.

07.06.2019 10:25

Lectura: 10'

2019-06-07T10:25:00-03:00
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Por Manuel Serra | @serra_sur

Se sentaron a esperar que fuera la hora de la entrevista con una humildad contagiosa, de esa que a veces falta en la capital, donde pareciera que por momentos los modales se olvidan producto del vertiginoso ritmo de la vida. Y es que si uno supiera de su fama, pero no hubiese escuchado sus canciones, podría sorprenderse, ya que muchos con mucho menos éxito que ellos se marearon.

Es que el dúo oriundo de Santa Clara del Olimar cosechó casi todas las cocardas que puede lograr un grupo de folklore - o música popular, mejor dicho, que es como se definen ellos - del interior. Tiene cinco discos en carretera, ganó infinidad de premios, en la capital y en festivales del interior, e incluso tocó con algunos de sus ídolos como lo es el Pepe Guerra, al que acompañaron en una serie de conciertos juntos, que incluyó un par de Sodres.

Al ser interrogados de si les pesa ser de Treinta y Tres, cuna prolífica de folklore, canto, poesía y canto popular, con nombres de la altura de Los Olimareños, Eustaquio Sosa, Rúben Lena, Los Hacheros o Serafín J. García, por mencionar solo algunos de los colosos que salieron de esa noble tierra, explican que, aunque al principio podía ser una carga, ya no. "Lo llevamos bien", dicen.

También aseguran que "no son los paladines de esa cuestión", pero uno al escuchar sus canciones se da cuenta que en gran parte sí, que sus canciones tienen el gen olimareño. Se nota. Y mucho. Más allá de en lo musical, que está, se lo ve en las letras de las canciones, que, sin ser partidarias, tienen un sentido mensaje social, que denuncia profundas desigualdades que lamentablemente siguen pasando en nuestra querida Banda Oriental.

Este año vienen de sacar Buenas nuevas, su último trabajo discográfico, y se aprontan para presentarlo el 26 y 27 de junio en el Auditorio Nacional del Sodre, una de las salas cumbres que cuenta este país y donde ya no son debutantes. Y es que su música saltó todas las fronteras, esas que muchas veces son mentales pero no por ello menos fuertes, y ya se los escucha tanto en el interior como en la capital.

A semanas de sus conciertos, Néstor Moreno y Alejandro Silvera pasaron por Montevideo Portal y hablaron de temas tan diversos como la frontera entre el folklore y el canto popular, la importancia de elección del cancionero a la hora de componer un disco, la búsqueda de poetas por todo lo largo del país o la dificultad de hacer canciones políticas pero no partidarias.


¿Qué es una copla alta? ¿Qué quisieron transmitir con ese nombre?

A.S: En realidad cuando teníamos que atravesar el trance de ponerle un nombre al dúo, que es algo difícil, nos acordamos de una canción que Carlos Molina le escribe a Tabaré Etcheverry. En unos pasajes decía: "Guitarra limpia de la copla alta, copla de todos que no tiene dueño". Y eso englobaba bastante lo que nosotros queríamos hacer y decir, con la particularidad de que esas condiciones no iban a cambiar con el tiempo. Así que nos vino bien.

Son de Santa Clara del Olimar, en Treinta y Tres. ¿Es una carga para ustedes ser oriundos de un departamento folklorista por excelencia y que dio artistas de la talla de Los Olimareños, Eustaquio Sosa o Los Hacheros, por nombrar solo algunos? ¿Les genera una responsabilidad mayor?

N.M: Al principio seguramente nos costó un poco más. Es difícil salir e ir con esa carga, que en realidad no es tal porque nosotros somos la continuación de algo, pero no llevamos esa bandera. No somos los paladines de esa cuestión. Con el paso del tiempo también eso ha sido un plus, el hecho de asistir a una escuela de tocar la guitarra, de hacer otras cosas, ha terminado más por favorecernos que por ser una carga. Lo llevamos bien.

Hablando de los Olimareños, el año pasado dieron conciertos junto al Pepe Guerra. ¿Qué les dejó esa experiencia?

A.S: Nosotros tratamos de estar atentos siempre en todo momento para "robar", como se dice, en el buen sentido, alguna cosa. Fue una etapa de mucho aprendizaje. Nosotros con Pepe tenemos una relación previa, de años antes de salir a hacer cosas juntos. Y si bien la etapa profesional fue de crecimiento, también la parte humana, de relacionamiento personal, fue enriquecedora y la disfrutamos mucho. Pepe es un tipo que enseña sin enseñar.

N.M: Hay que estar atentos.

¿Se identifican más con el folklore o con el canto popular o música popular? Digo, porque es una frontera difusa esa y es difícil responder qué es cada cosa.

N.M: En realidad, es claro lo que es el folklore y es un poco difuso lo que es el canto popular. Nosotros no estamos en ninguna de las dos cosas. Folklore no hacemos, eso está claro, porque una parte fundamental del folklore es anónima y lo que nosotros hacemos no es anónimo. Y si dentro del canto popular se puede decir que está toda la música y sí, estamos ahí.

Nosotros hacemos música, quizá un poco más de raíz campesina, pero hemos explorado todo. Con murga canción, con candombe, quizá algunas cosas más foráneas. Y no queremos tampoco tener una casilla.

Es que es muy difícil, el hecho del canto popular es un mote comercial y está todo ahí. Y sin embargo, no está todo ahí.

Cuando se lo pregunté a Julio Víctor González, "El Zucará", me decía que el canto popular nació en contraposición al folklore argentino que era lo que se tocaba acá y como una forma de diferenciarse.

Es que es muy difícil, el hecho del canto popular es un mote comercial y está todo ahí. Y sin embargo, no está todo ahí. Y hoy, además, no hay esa barrera y no hay mucha gente haciendo folklore folklore.

Sacaron "Buenas nuevas", su quinto trabajo discográfico. ¿Qué es importante a la hora de componer un disco?

N.M: Lo que se dice. No solo en el disco, nosotros hemos tratado de construir siempre en base a lo que decimos, en base a la palabra. Todo el resto ha sido un accesorio que ayuda a que el mensaje tenga un poco más de claridad o de seducción.

Los discos han sido más o menos eso. Lo que pasa es que han sido distintos momentos. Y "Buenas nuevas" es eso: nosotros pasamos por una etapa un poco compleja en este último tiempo, entonces es como refrescar la esperanza. Y encontrarnos con algunos poetas, con algunas personas con las que no habíamos trabajado nunca - Abel Soria, Alejandro Díaz - también es una buena nueva. Encontrar personas con los que construir cosas juntos y con la misma visión.

Imagino que la elección del cancionero, de los poetas que uno pone, es muy importante a la hora de componer un disco y la obra.

N.M: Es fundamental. El pilar central del disco es eso. Por lo menos, en la visión que nosotros tenemos.

A.S: Y además es lo más difícil. Lograr congeniar con gente que ve las cosas de la misma manera que nosotros las vemos es la parte más difícil.

¿Y cómo encuentran a los poetas? ¿Cómo buscan esas canciones?

N.M: Estar en búsqueda siempre. Inquietud. Hay mucha gente haciendo cosas interesantes, pero muchas veces hay que ir al encuentro de esas cosas. A veces no están a la vista y no tienen la difusión que deberían, o que uno cree que deberían. Y hay que ir a la búsqueda, nosotros recorremos el país constantemente y te encontrás con gente interesantísima en los lugares que menos pensás.

¿Qué diferencia sienten cuando tocan en el interior y cuando tocan en Montevideo? Por el público, por el ambiente. Quiero decir, ¿es lo mismo tocar, por ejemplo, en un festival del Olimar que en el Sodre como van a tocar ahora?

A.S: No, no es lo mismo. En realidad, la comunicación con la gente a veces se da y a veces no independientemente del lugar. Pero de repente la particularidad más grande que hay entre tocar en el interior o en Montevideo son las condiciones geográficas. La gente de Montevideo hoy por hoy tiene un amigo del interior, un padre, una madre o un primo, o está acá por circunstancias, pero es del interior. No es tan notoria la diferencia. Es relativo, por lo menos para lo que nosotros hacemos.

¿Y la diferencia en el caso de escenarios abiertos y salas de teatro?

N.M: Ahí hay una diferencia de infraestructura, de lo que uno puede plantear en base a lo que hay. No es lo mismo un público sentado que viene a ver un espectáculo determinado que el que va a un festival en el que hay quince artistas y está fragmentado quiénes van a ver a quién. En eso sí, uno lo arma con otro criterio. Pero hoy por hoy hay muchas salas de teatro en el interior, que se han ido recuperando con el paso del tiempo y eso favorece, de alguna manera, a poder descentralizar la cuestión.

Al escuchar sus canciones uno ve que, sin ser panfletarias, porque no lo son, tienen una carga social importante, en el sentido que hablan de situaciones que no siempre son las más justas. ¿Lo sienten así?

A.S: Sí. El centro de lo que nosotros hacemos, si se quiere, es el hombre y todas las vivencias que atraviesa. Siempre decimos que el canto que nosotros hacemos tiene bandera, pero no tiene partido. O sea, la bandera de denunciar o de contar circunstancias particulares del hombre que uno considera que no son las más justas, es parte de la tarea para nosotros.

Y no cruzarse con lo político partidario por momentos debe ser difícil.

N.M: Claro, y más ahora que estamos en medio de la campaña... Es complejo, porque además uno tiene vinculaciones con todo el mundo. Por razones obvias, porque nosotros no creemos que uno es bueno o es malo según determinado partido.

Nosotros hemos tratado siempre de resguardar eso: el hecho de que Copla Alta no tiene partido. Sí tenemos esa bandera social, pero sin partido. Y creo que eso la gente lo comprende y respeta que cuando hay un acercamiento político partidario estemos ajenos a eso. No nosotros como personas; como ciudadanos comunes, tenemos opiniones, votamos...

Ya para terminar. Ya tienen 5 discos, tocaron en el Sodre y van a volver a hacerlo, ganaron innumerables premios, tanto en Montevideo como en festivales del interior. ¿Cuál es su próximo objetivo? ¿Su próximo paso que les gustaría lograr?

A.S: En verdad, objetivos planteados de manera organizada uno no los visualiza de esa manera. Es más bien un trabajo diario, buscamos y tratamos de construir lo que hacemos día a día.

N.M: Que tampoco en ningún momento fue objetivo nuestro ninguna de las premiaciones. No construimos en base a eso, eso se va dando por circunstancias.

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