Contenido creado por Agustin Zabala
Entrevistas

Gran ejemplo

Becky Sabah: “Soy una mujer que no supo vivir acorde a lo que se esperaba de personas con discapacidad severa”

Con Becky Sabah, una figura respetada en la colectividad judía uruguaya y sobre quien se publicó un libro recientemente. Por Ana Jerozolimski.

16.09.2018 15:26

Lectura: 11'

2018-09-16T15:26:00-03:00
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(Ana Jerozolimski)

Recientemente se presentó el libro de Miguel Cherro  (Editorial Rumbo) sobre la vida de la Psic. Becky Sabah, una figura muy querida en la colectividad judía uruguaya y respetada también fuera de ella por su actividad profesional y los desafíos con los que ha sabido lidiar. El haber contraído poliomelitis a los cinco meses de edad, marcó indefectiblemente su vida. Limitó radicalmente su capacidad de moverse pero no sus ganas y fuerzas para vivir.

Su actividad comunitaria cobró especial relevancia al fundar en 1999 la entonces llamada Área de Discapacidad en la Comunidad Israelita del Uruguay (Kehilá). Hoy es Jalomí (que en hebreo significa "mi sueño"), el Departamento de Inclusión.

Esta es una conversación con una gran mujer.

P: Becky querida, debo decir que hace mucho pensé que era sólo cuestión de tiempo hasta que se escribiera un libro sobre tu vida. Mejor dicho, sobre el ejemplo de tu vida. Pero comencemos por algo que se me hace ineludible: el título. "Chelebi dijo: ¿Y si vive?". Y luego, entra en tema directo: "La portentosa vida de Becky Sabah".¿Me podrías explicar la primera parte?

R: Te cuento que "Chelebi" era el nombre de papá con el cual vino desde Turquía. Después acá, ya pasó a ser Felipe, pero el Dr. Cherro, al decir de él, se enamoró de "Chelebi" por los relatos puestos en este nombre.

Dando un breve adelanto del libro, les cuento que después de salir del pulmotor, en una entrevista médica con mis padres y yo, les dijeron que yo no viviría y si lo hacía sería muy poco tiempo. Papá insistió, pero la respuesta del médico fue directa y cortante: no vivirá. Mis padres se fueron conmigo en brazos, pero luego de unos minutos, papá volvió a la consulta conmigo y le dijo al Dr.: "¿Y si vive?"

P: Divino...¡Y cómo vivís Becky! Hasta los 120. De lo que he tenido el privilegio de conocer a través de tus propios relatos, me alcanza para tener claro que tu vida amerita ser contada en un libro. ¿Pero cómo explicarías tú por qué se plasma tu testimonio en este libro? Me atrevo a adivinar que no enfocas el tema desde algo así como "mis grandezas" -aunque las tenés, y muchas- sino del mensaje que pueda servir a los demás.

R: Sinceramente hubo un poco de las dos cosas: Quise plasmar mi vida y si sirve a alguien, muchísimo mejor.

Hace como 4 años, por infecciones recurrentes, me tuvieron que sacar un riñón, lo cual fue muy complicado, pero ahora estoy marchando. Hace menos de un año, tuve un cáncer de mama, pero ahora sigo marchando... Si bien muchas personas me han sugerido que escribiera un libro sobre mi vida, siempre creí de verdad, que cada uno vivía la vida como podía, como quería y que, de alguna forma, yo había hecho la mía por lo que no entendía que debía escribir sobre ella. Cuando me tuve que operar de estas intervenciones difíciles, mis sobrinos, a los cuales adoro, me pidieron que por lo menos dejara mi vida plasmada en un libro, principalmente por ellos, por mis sobrinos nietos quienes también insistieron que escribiera.

Ahí  empecé a pensar la idea más enserio. Así, cuando lo decidí, tuve una entrevista con María Inés Obaldía pidiéndole si me escribía el libro, pero ella lamentablemente no podía . Y luego pensé en el Dr. Cherro por varias razones, entre otras, por su profesión. Así comenzamos y así culminó una primera etapa que fue genial, no sólo la realización del libro, sino también la presentación en la cual estuve muy acompañada con gente "de ayer, de hoy y de siempre" y eso fue un regalo al alma genial.

LA DISCAPACIDAD NO ES LO CENTRAL

P: Es un tanto simplista quizás buscar resúmenes cortos para vidas plenas de acción...pero igual intento. Si yo te pido titular esta entrevista, resumir cómo presentarte ¿Qué me dirías? ¿Cómo te presentarías a ti misma?

R: Como una mujer que no supo vivir acorde a lo que se esperaba de personas con discapacidad severa.

P: ¿Y el mensaje que transmite todo esto? ¿Pasa por lo que un ser humano puede lograr en medio de la adversidad? ¿Por la fuerza del espíritu por sobre lo físico?

R: Seguramente un conjunto de todos estos elementos y agregaría que por el apoyo y cariño de mi familia y amigos.

P: Te planteo todo esto, recuerdo las diversas entrevistas que hemos hecho-por supuesto no sólo sobre tu vida sino sobre tu labor profesional como psicóloga y la impronta especial que dejaste en lo que en su momento se llamó el Área de Discapacidad de la Comunidad Israelita del Uruguay  que tú fundaste, hoy llamada "Jalomí"-y me pregunto si quizás te molesta o te parece inapropiado, que siempre esté en el medio tu propia limitación física. Recuerdo cuando me contaste sobre los comienzos del área, sobre las reacciones de algunas personas cuando llamabas a una casa en la que sabías que había alguien con algún tipo de discapacidad, para acercarla al marco que se estaba formando, y cuando quien atendía se mostraba molesto, sacabas la fórmula "mágica" y contabas que vos misma estás en silla de ruedas. ¿Es siempre parte natural del relato o está mal que lo sea?

R: Por lo general es parte del relato, sí, y creo que es por muchas razones.  En algunos momentos no deja de ser un beneficio secundario; en otras, la mayoría, es como "un aviso" para que  se ubique la gente que me llama, que tengo una condición que hace que tiene haber accesibilidad a la hora de concurrir; en otros momentos, con conciencia total, que al otro que escucha, le pueda impactar y le sirva de "ejemplo", cosa que sinceramente no me siento así, pero también sé que al otro le produce esto y si le sirve, o me sirve para el objetivo de ese momento, del otro o mío, creo que vale la pena.

Lo que está mal para mí, es que antes de describir cualquier condición en mí, aparezca la condición de discapacidad y yo me siento que soy muchas cosas además de ser una persona con discapacidad. Sé muy bien que lo soy, no tengo dudas al respecto, pero no es lo único que soy y tal vez tampoco lo esencial, aunque está ahí siempre, pero no soy lo único como tampoco lo es ninguna persona en situación de discapacidad.

UN MENSAJE QUE LA SOCIEDAD DEBE ESCUCHAR

P: ¿Qué tenés para decirle a la sociedad uruguaya a esta altura de tu vida? ¿Alguna recomendación sobre cómo actuar para que todos sean parte debidamente?

R: Justamente que no se puede seguir esperando para que todos seamos parte debidamente. La educación tiene que ser ya con acciones inclusivas verdaderamente. Haciendo honor a la verdad con relación a mi pasado, evidentemente la sociedad ha cambiado, pero no en relación a la inmediata necesidad de vivir hoy, YA. No hay tiempo. Las personas con discapacidad no tienen, no deben, no pueden esperar más. Desde la vida misma, se esperó mucho y tras esos derechos, sólo derechos, no hablo de beneficencia, ya murieron muchas personas, las cuales no aparecen en noticias, en revoluciones, pero que sin duda la tuvieron y cómo.

LA VIVENCIA JUDÍA

P: Becky, tu mensaje es, diría yo, universal. Pero quisiera ir también a lo comunitario, a lo judío. Todos sabemos de los estereotipos acerca de "los judíos": "cerrados entre ellos" y todo lo que deriva de esa noción. Pero yo conozco de adentro a la colectividad judía uruguaya y aunque está sí por supuesto ese deseo de preservar valores, tradiciones y demás, está también la fuerte solidaridad hacia la sociedad en general.¿Cómo has vivido esto tú desde tu propia experiencia?

R: Sin duda, en una sociedad pequeña, donde "se debe" ser y parecer lo mejor. Las personas con discapacidad, no fuimos dignos de ser mostrados, todo lo contrario. Eso fue-me parece- espejo de una sociedad donde la persona judía debía estar dando examen continuamente para que no nos tuvieran con todos esos estigmas, que, por otro lado, no zafamos nunca por más esfuerzos que se haga. Si a esto le sumamos tener alguna discapacidad, es tener "cartón lleno".

En el caso de las personas con discapacidad, si bien costó muchísimo, una vez que fuimos visualizados, muy de a poco, fueron aceptando esta realidad como parte de la Comunidad. Pasado estos momentos, la solidaridad fue excelente. La importancia del Rabino Mordejai Maarabi en este proceso es fundamental. Es como que, desde la religión, fuimos aprobados, amados y aceptados como judíos que somos y eso fue un puntapié inicial maravilloso.

LOGROS Y MÁS POR HACER

P:¿Cuáles dirías que son tus principales logros en la vida Becky?

R: Aunque parezca algo menor, uno de mis principales logros, es sentirme mujer judía, después de haberme sentido cuestionada al respecto, en toda mi adolescencia, mi juventud.

Otro logro fundamental, es haber sentido de mis sobrinos, que pude ser y soy buena tía al igual que tía abuela.

Lograr con mucho sacrificio y con ayuda de algunas personas, poder vivir con independencia en el máximo de mis posibilidades, donde incluyo realizar la cena tradicional de Shabat en mi casa, con mi familia.

P: Siempre recuerdo tus historias sobre cómo "cocinás" vos...lo hacés plenamente aunque no puedas hacer los movimientos y tengas que dar indicaciones a una persona que lo haga en la práctica. Pero sin duda, es tu shabat.

R: Exacto. Y te diría también algo que  no por ser último es el menos importante: haberme recibido con tanto sacrificio y tantos cuestionamientos y haberme jubilado por 35 años de trabajo, lo cual no fue fácil. La verdad es que fue sin duda un logro, pero más que mío, de mi papá que peleó tanto, principalmente conmigo, para que lograra una carrera y fuera lo más independiente posible.

P: Hasta los 120 falta mucho...pero como se está haciendo este resumen parcial, a medio camino, con el libro de Cherro, me permito preguntarte también si sentís que te quedan cosas pendientes. ¿Mucho todavía por lograr o estás en una etapa en la que te permitís descansar un poco?

R: Mirado desde la vida, siempre hay o debe haber cosas pendientes aunque en este momento no las sienta, pero por otro lado, algunas veces, por suerte, descanso de las obligaciones laborales, dándome algunos lujos como dormir hasta más tarde, poder recibir a amigos en horarios que antes eran laborales, en fin, esas pequeñas y grandes cosas que hacen a la vida. También dar clases no en forma permanente, cosas que me gustan.

APOYO FAMILIAR

P: Tu papá está presente en esta entrevista tal cual ha estado siempre en tu vida. Recuerdo que me hablaste de él en la primera entrevista que hicimos años atrás. Me contaste que  iba y venía todo el tiempo para llevarte por ejemplo a actividades del movimiento juvenil, para que no te pierdas nada. ¿Se podría, sin apoyo familiar, salir adelante cuando la vida te impone serios desafíos como las secuelas del polio con que tuviste que lidiar?

R: Seguramente no se debe generalizar, pero sinceramente, desde mi mirada como persona, como profesional, sería muy difícil sin apoyo familiar, por no decir imposible. Dejo abierta la duda igual, por respeto a aquellas personas que lograron mucho en la vida y casi sin apoyo familiar, tengan o no discapacidad.

UN BUEN RESUMEN

P: Nuevamente me atrevo a adivinar por vos...y por favor corregime si estoy equivocada. Supongo que tenés muchos más agradecimientos que reproches a la vida ¿no es así?

R: ¡¡¡Siiii, sin duda!!!.... Por eso le pedí a Sarita Sabah en la presentación del libro, que cantara 3 canciones a las cuales seleccioné. La última justamente le pedí que fuera la canción de Violeta Parra "Gracias a la vida" y con esta canción, terminamos la presentación. Quiero dar gracias a la Kehilá, la Comunidad Israelita, por todo lo que ha hecho, al Rabino Moti Maarabi que tanto me apoyó, gracias a todos los que siempre están junto a mí. ¡Gracias, muchas gracias por todo!

P: A ti Becky por lo que has hecho y lo que sos. Un abrazo enorme.