Contenido creado por Gerardo Carrasco
Curiosidades

Le importa un pito

Australiano lleva 5 años luchando para que lo dejen firmar dibujando un pene

Pese a luchar en los tribunales durante cinco años, un ciudadano australiano no logró que le permitieran firmar dibujando un pene.

08.01.2016 17:49

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2016-01-08T17:49:00-03:00
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Tras cinco años de idas y venidas por los juzgados australianos, Jared Hyams no logró que se le diera valor a legal a su curioso modo de firmar: garabatear un pene.

La historia comenzó cuando Hyams tramitaba un cambio de domicilio, y por primera vez se le ocurrió estampar la original firma.

"Pensé que se reirían pero no por eso la rechazarían", cuenta el hombre al periódico Sydney Morning Herald.

Sin embargo, recibió una carta y varias llamadas notificándole que no podía usar semejante dibujo, situación que se repetiría cada vez que utilizara la firma, y al poco tiempo las cartas eran ya un aluvión.

"Todas esas cartas y llamadas eran para decirme que no podía hacerlo, y eso me resultó interesante", cuenta.

En la entrevista, Hyams admite que si no hubiera recibido semejantes reacciones, probablemente al poco tiempo hubiera dejado de usar esa firma, pero la negativa del sistema lo empecinó.

Desde ese momento, se empeñó en una batalla con organismo del gobierno estatal y federal, en procura de que admitieran el dibujito como su firma válida y legítima.

Para reafirmar su postura, comenzó a firmar así cuanto papel o documento pasara por sus manos: tarjetas de crédito, libreta de conducir, pasaporte, solicitudes de empleo, etc. Y los problemas aumentaron.

Por ejemplo, el organismo encargado de emitir los permisos de conducir rechazó su firma, y aunque apeló en dos ocasiones, el magistrado encargado del caso mantuvo su resolución.

Asimismo, el Departamento de Comercio y Asuntos Exteriores le negó el pasaporte, alegando incluso que su firma podía entenderse como "una forma de acosos sexual. Y el golpe de gracia llegó cuando el Departamento de Justicia rechazó su solicitud cuando aspiraba a un puesto en su especialidad, trabajar en chequeos e interrogatorios con niños víctimas o testigos de crímenes.

Hyams admite que está última resolución fue un duro golpe, pero asegura que continuará en su cruzada.

"la idea de firma se reduce a su función, no a su forma, no es algo real", asegura, recordando que la mayoría de la gente firma de manera ilegible.

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