Aproximadamente mil personas participaron en Tasmania del festival Dark Mofo, un evento celebrado desde 2013 y que cada año cobra más popularidad.

Uno de los momentos más esperados de la fiesta es el chapuzón de bienvenida al invierno, donde los corajudos participantes afrontan las bajas temperaturas completamente "desabrigados".

Según publica el periódico The Guardian, la temperatura del agua rondaba los 14 grados, mientras que fuera de ella la sensación térmica era de unos 4 grados. Además, la cantidad de participantes superó las expectativas, por lo que las toallas que la organización entrega a los bañistas no alcanzaron para todos.