Contenido creado por Gerardo Carrasco
Videoentrevista

Un pacto para convivir

Ariel Gold presenta “Con – vivir, Claves para aprender a usar bien la libertad”

“Si nosotros no ayudamos a nuestros hijos a autorregularse no se puede convivir”.

22.04.2019 11:38

Lectura: 13'

2019-04-22T11:38:00-03:00
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Montevideo Portal

Hay cosas que ya no van a cambiar: las horas de trabajo, la relación con las pantallas, la menor tolerancia a la frustración. Y eso genera roces constantes en casa. El psiquiatra Ariel Gold hace tiempo que nos ayuda a tratar de entender dónde estamos y cómo podemos seguir adelante. Esta vez, con su nuevo trabajo vuelve a darnos una mano.


Estábamos todos esperando que nos dieras "más pistas" para seguir adelante y lo hacés ahora con "Con-vivir", que ya agotó su primera edición.

Justamente el concepto de "pista" me parece interesante. Nosotros le llamamos "claves". ¿Cuál es el significado? No es la verdad revelada. Nadie sabe a ciencia cierta qué hacer para que nuestros hijos sean los más felices que puedan. Pero si se tiene una base teórica para poder entender cómo es el desarrollo emocional del niño y cómo influimos diariamente en él, entonces es un poco más fácil encontrar esas pistas.
Lo que hicimos nosotros fue ordenar las claves. Si uno se pone a pensar cuáles son los problemas más importantes que tenemos los seres humanos, la convivencia es lo que aparece en primer lugar.

El gran lío de nosotros, son "los otros", pero lo más divino de nosotros son los otros también. Entonces si lográramos mejorar aspectos de la convivencia nos iría mejor. La idea fue tomar a mis compañeros psicólogos, maestras, psicomotricistas, psiquiatras del Centro Clínico del Sur y proponerles una especie de juego: imagínense que tienen la responsabilidad de dar claves para mejorar la convivencia. Fue una apuesta para ver qué pasaba. Y se superaron las expectativas.

En enero de 2018 me pongo a escribir éste trabajo siempre con el apoyo de Alicia Gómez.

Ese análisis que decís, viene acompañado de decenas de ejemplos donde aparecen dos conceptos claves: autorregulación y empatía.

En los tres primeros capítulos se da la base para que podamos convivir., El primer capítulo es el elemento sin el cual no podemos convivir. Si nosotros no ayudamos a nuestros hijos a autorregularse no se puede convivir.

En estos momentos acá tenemos cuatro personas (señala a los presentes en el estudio) y todos estamos autorregulados. Todos estamos eligiendo los comportamientos a emitir. No en función de las ganas que tenemos de repente. Suponete que yo digo algo y la persona que está filmando no está para nada de acuerdo o incluso le resulta ofensivo. Cuando termina viene y me dice "mirá que eso no es tan así". Bueno, se autorreguló, así se puede convivir.

Ahora bien: nadie nació con un sistema de autorregulación completo. El sistema de autorregulación es el producto de una construcción social que depende de que otro nos esté esperando. Por lo tanto, cuando yo digo que una persona puede convivir con otra le llamó "convivible" y lo diferencio de otro con el cual no se puede convivir. Eso pasa en los seres humanos. Los animales gregarios, los animales que pueden vivir en manada, ya vienen de fábrica con la posibilidad de convivir. El ser humano viene con la posibilidad de sobrevivir, siempre y cuando lo espere otra persona. Es tan imperfecto que ni siquiera puede sobrevivir sólo. No puede hacer nada sólo, lo único hacer es llorar para que alguien le de comer. Y si salva la materia sobrevivir puede pasar a dar la materia convivencia. Pero la materia convivencia depende de que alguien le enseñe que hay cosas que se pueden y hay cosas que no se pueden y ese es el lío en el que estamos metidos.


¿Qué pasa cuando los niños se crían en ambientes donde no tienen claro que hay cosas que convienen y otras que no? Uno de los saberes más importantes es ese, es lo que nos va a guiar en la vida para poder estar con otro. Eso es la autorregulación y se hace a través de los "no" bien metidos durante los primeros cinco o seis años de vida. Cuando en una sociedad los "no" empiezan a escasear, cuando los padres dudan en "empezar con un lío"... Porque cuando vos pones un "no" empezás con un lío. Si vos llegás a tu casa re cansado está tu hijo con "la play"... vos sabés que él "no" es decir "apagá la play que tenemos que ir a cenar" o "tenés que ir a dormir", eso es un lío.

Como uno viene muy cansado y no lo ve nunca nene... entonces ¿qué hago? Me pierdo esos "no". Qué son los que le dicen al niño: " hay cosas que hay que hacerlas de determinada manera y no de otras". Si vos tenés un estilo educativo en donde los chiquilines no aprenden lo que se puede y lo que no se puede, adentro de tu casa se puede convivir, siempre y cuando hagas lo que el niño quiera. Pero afuera de la casa que es el lío grande que vas a tener. Entonces la necesidad de autorregular a los niños está también para que puedan ir afuera y estar con otros.

Hay un ejemplo brillante de un padre que tiene que decirle a los hijos un montón de cosas para hacer antes de llevarlos a la escuela, donde al final se le sugiere que es mejor "elegir las batallas". Con ese tipo de ejemplos el libro se torna fundamental para ayudarnos con lo cotidiano.

La selección de los "no" es fundamental. Ese es un ejemplo de la magíster Lorena Estefanell, una de las colaboradoras del libro.


Nos quedaba pendiente el tema de la empatía

Vos podés ser una persona convivible. Esto quiere decir que no molestás a nadie. pero el tema es que para que valga la pena convivir no sólo hay que ser convivible, hay que ser conviviente. Conviviente es el que aporta, conviviente es el que se fija en el otro. Por supuesto que para autorregularse te tenés que fijar el otro, pero sólo para tu conveniencia. El desarrollo de la autorregulación es una condición necesaria pero no suficiente para una buena convivencia. Vos necesitás enriquecer esto con empatía. Si yo pregunto qué es la empatía te dicen enseguida "ponerse en el lugar del otro". Eso es incompleto. Vos te tenés que poner en lugar del otro y tener algo que te mueva a ser conteste - coherente con lo que le pasa al otro. El ejemplo que ponen ahí es un adolescente típico, por supuesto conectado, que está esperando que lo pasen a buscar y una señora mayor que viene con unas valijas muy grandes tratando de subir las escaleras. Él le comenta a la hermana que vio a la "vieja de al lado" tratando de subir las escaleras y la hermana le dice y "¿no lo fuiste a ayudar?". "Sí, fui porque ya me pidió", contesta el adolescente.

Eso no es empático. Empático es "¿señora necesita ayuda?". Pero éste chiquilín no responde porque tiene un problema con su novia. Entonces, cuando nosotros estamos enfocados hacia adentro no podemos poner el enfoque en el otro. Para darme cuenta de que a vos te está pasando algo yo tengo que desenfocarme. La empatía implica justamente poner el foco en el otro.

En las sociedades de gran nivel de estrés la gente lo que hace es tratar de salvarse. La convivencia pasa segundo lugar y la sobrevivencia pasa al primero. Entonces todo el mundo está metido para adentro. Ya sea por problemas que tenés o porque estás conectado una pantalla. Vos tenés una este acción empática básica y simple cuando vas a un lugar, hay sillones y hay una persona y saludas a la persona. El saludo te decosifica. Pero hay personas que ya no saludan.

En qué nivel estaremos que decimos "volvamos a saludar al otro".

Nosotros llamamos "persona" a la que tiene impulso, tiene ganas y tiene valores donde el otro es fundamental. A los que sólo tienen ganas le llamamos "individuo". Los individuos actúan sus impulsos, las personas lo que hacen es tomar las ganas y someterla a valores superiores. Eso se puede hacer solo con autorregulación. Pero cuando esa persona además piensa en el otro y toma en cuenta el otro eso es empatía. Y ahí vale la pena armar comunidad.

Nos está pasando que hay una erosión de la empatía.

En el ómnibus, por ejemplo, a veces parece que la empatía se deja antes de subir. Es como que ninguno ve al otro.

Era el lugar donde se definía el Uruguay. La gente venía y decía "qué amable que es el uruguayo". Nos enorgullecíamos de eso.

Teníamos esa cosa que nos gustaba, de saber que estabas con una persona que si te venía a pedir la hora, o si te decía qué calle queda tal cosa era porque necesitaba esa información, no era que te iba a robar. El problema es que cuando empezás a tener miedo al otro lo que te queda es meterte para adentro. Y la convivencia pasa al segundo lugar otra vez y la sobrevivencia pasa a el primero.

Hoy se está más para sobrevivir que para convivir. Se convive en los espacios íntimos.

¿Cuál es uno de los problemas que estamos teniendo para el desarrollo de empatía? La dificultad de estar. Por ejemplo la nota la pudimos haber hecho por video conferencia. Nada que ver. Yo no tenía ni idea lo que iba a venir a hablar, más allá del libro. Pero me entusiasma y transmitimos cosas porque estamos allí.

Hay una realidad que no va a cambiar: vamos a trabajar y estar fuera de casa y vamos a estar conectados y con pantallas.

Por supuesto Y tal vez por suerte no se van a modificar por la cantidad de cosas positivas que tienen. Pero como siempre el tema es el mal uso del instrumento. ¿Cuál es el problema de las pantallas en la educación de los niños? El problema es que yo pierdo el control de un maestro está en mi casa y que le están enseñando valores que yo no puedo controlar.

Porque cuando vos ves chiquilines este que te dicen determinadas cosas terribles a veces que aprenden de los youtuber. Un youtuber es hoy un maestro que no puedo controlar.

El gran problema es que perdimos el control de los que también educan a nuestros hijos por el tema de las pantallas.

La idea es cómo hacemos para tercerizar, como tercerizamos la educación de nuestros hijos, pero tener control sobre eso. La mayor parte de los padres no tienen idea lo que sus hijos ven en las en las pantallas.


Con respecto a las pantallas, está en el libro el gran aporte de Roberto Balaguer que siempre es consultado sobre el tema. También abordan el bullying y el ciberbullying y se insiste en que "ningún hostigador es feliz".

Cuando una persona hostiga a otra es una persona básicamente infeliz. Nadie que está básicamente bien se le ocurre este violentar a otro. Cuando una persona está realmente ensañada con otra es porque tiene un vacío adentro que apenas logra tapar con cierta admiración de otras personas. Es de un nivel de desgracia muy grande Esto es para entender que somos humanos y funcionamos en base a emociones humanas, que son emociones muy complejas por qué tiene que ver siempre y con el otro.

Cuando tenemos dificultades con el otro yo necesito desarrollar algo que me permita gestionar de manera adecuada el contacto con el otro. Eso son las habilidades sociales. Ahora estamos en capítulo 3 pasamos a capítulo 4 y 5 que son las habilidades sociales y cómo desarrollarlas en nuestros hijos de la mejor manera.


Hay una diferencia que está cada vez más presente: entre los que queremos y podemos ayudar a nuestros hijos y una generación que ya no responde a eso, que ya no entiende la diferencia entre lo que está bien y lo que está mal. De allí tenemos a padres violentando educadores en los centros.


Nadie sabe qué va a pasar con los educandos de los hoy educadores. No lo sabemos. Los que tenemos esperanza, pensamos que sí concientizamos a los padres podemos hacer que chiquilines vuelvan a reconstruir algo que fundamental que es el concepto autoridad.

La autoridad es un concepto muy complejo que está como parado en dos patas, es como realmente una tabla que tiene dos pilares que lo apoya. Cuando vos decís "esta persona es una figura autoridad", lo considerás una autoridad porque lo admirás o lo amás y porque lo respetás.

En el niño para construir autoridad necesita amar a sus padres y respetarlos. Hay un secreto que fundamental, durante los siete primeros años más o menos, el amor del niño por su padre es incondicional. Porque así funciona el cerebro humano, se genera un vínculo tan impresionante que durante los primeros años el niño no le importa lo que pase.

Si vos tenés una estructura que necesita dos pilares y hay un pilar que ya viene de fábrica durante siete años, no te preocupes de perder el amor de tus hijos. No va a pasar eso porque la biología no lo permite. Ya que éstas aprovechá esos años para construir el pilar respeto. Cuando a mi me criaron era el miedo el que sostenía la autoridad: mi padre levantaba la ceja y yo tomaba la sopa. Eso era común. Después a alguien se le ocurrió decir cuidado con meterle miedo a los chiquilines.
Está bárbaro y yo lo apoyo. El problema es que se olvidaron de decir cuando vos sacas un pilar tenés que meter otro, sino se te cae la estantería.
¿Cuál es el pilar con el que se construye ahora la autoridad? Ninguno. Porque no se construye respeto en horizontalidad. Tenemos que reconstruir el pilar respeto, hay que redibujar la autoridad

Y ¿cómo hacemos ahora?

Justamente, los capítulos s 6 y 7 son para eso. Para ver cómo hago para reconstruir autoridad. La idea no es empezar a pegar de nuevo. Tiene que ver con desarrollar la posibilidad de que el niño sepa que la libertad que tienen está enmarcada. Y que hay una familia que la redefinimos porque tenemos que redefinir el concepto de y se define por el rol que tiene cada uno. Eso se llama familia equipo en la familia equipo hay capitanes que son los que marcan la cancha a través de los límites y los jugadores son los chiquilines. Y el capitán es el que define. Es muy difícil conformar comunidad cuando no se sabe quién es el que manda y quién es el que tiene que obedecer.

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