Al igual que sucede con la mayoría de los audios que circulan por WhatsApp, la autenticidad de este es por completo cuestionable. Apócrifa o auténtica, la grabación tiene el mérito intrínseco de haber hecho reír a muchos, además de reflejar, aunque sea en forma algo caricaturesca, un perfil social que -como dice a texto expreso la protagonista- tiene "un perfil estético, moral y ético" definido. Perfil que no les permite soportar que les tomen mate junto a la piscina del country.

A lo largo de su discurso, la "cirujana" se molesta en aclarar que no tiene nada "contra la gente", aunque no demora un segundo en poner de vuelta y media a sus vecinos, a quienes llama "bestias sin educación", "grasas" y "gente de cuarta categoría".