Araceli González y la vida saludable

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A los 41 años, Araceli conserva una imagen juvenil y fresca, que en una crónica de la Revista Caras se explica por la "belleza interior" que la actriz cultiva con una buena alimentación, ejercicio y meditación.

"Siempre estuve en la búsqueda de lo que es la cultura oriental, que es milenaria y te brinda mucha enseñanza. Aprendí a alimentarme bien, a saber qué propiedades tiene cada alimento que estás comiendo, qué es bueno, qué malo, qué es lo mejor para mi cuerpo", cuenta Araceli, que supera así algunos problemas de salud como una afección crónica en la columna, que requirió una rehabilitación especial.

"Desde ejercicios de movimiento ocular, hasta caminatas diarias de no menos de cuarenta minutos por los alrededores de su casa, en el barrio privado de “High Land”, veinte minutos de stretching, tres horas semanales de kinesiología y sesiones de ozonoterapia", detalla Caras.

Araceli detalla también su vínculo con la meditación y el yoga, entre otras disciplinas que realiza. "Me inicié en el yoga haciendo el estilo Iyengar (maestro hindú que divulgó su propio método yóguico en occidente). Así empecé a introducirme en lo espiritual y relajado, y aprendí a respirar mejor, a vivir con más armonía y buscar esos momentos en donde una siente que se encuentra con su propio ´ser´. Es un gran aprendizaje, sobre todo cuando estás en un medio que te arrastra con tanta fuerza para distintos lados indeseables. A partir de que una vez fui víctima de un ‘panick attack’ (ataque de pánico), comencé una búsqueda más exhaustiva. No me lo recomendó un médico, empecé sola… Cuando una tiene un golpe en la vida, empieza a entrar en distintas búsquedas para sentirse mucho mejor", señala.

"No sólo hacía yoga, sino también practicaba Tai Chi Chuan y Chi Kung, gimnasias chinas para la salud. Tomaba clases grupales que me gustaban mucho, porque una entra como en una sintonía igual a la del grupo, con gente de distintas edades. Todos volvíamos de trabajar, y cuando cada uno entraba en ese lugar, se descalzaba y experimentaba otra sensación, era como entrar en otro mundo", agregó.

Por último, la actriz negó estar embarazada de Fabián Mazzei, un rumor que se había corrido cuando se tuvo que alejar de la obra Closer por motivos médicos, y reconoció que estar con su pareja es terapéutico.

"Estoy tres minutos con Fabián, y empiezo a bostezar, a relajarme, porque irradia mucha paz. No reniego de lo que he vivido en el pasado, porque cada cosa sucedió en el momento que la tenía que vivir, y sirvió para crecer y encarar nuevas búsquedas. Por eso digo que, en esta etapa de mi vida, me siento en mi mejor versión, porque atraigo todo lo bueno", concluye.

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