Los pequineses pueden conocer desde hoy la obra del artista uruguayo Juan Burgos, que expone por primera vez sus "collages" en China tras un viaje "al otro lado del mundo" durante el que encontró un nuevo material para su obra: los envoltorios de los artículos chinos.
"Dime qué consumes y te diré quién eres. Donde encontré el verdadero placer visual fue en los supermercados, en el grafismo de los envoltorios", afirma Burgos (Montevideo, 1963), quien suele inspirarse para sus obras en la iconografía cristiana para efectuar una reflexión crítica sobre la religión.
Su viaje a China, dice, "tiene un paralelismo con 'Alicia en el país de las Maravillas', cuando ella salta a la madriguera del conejo, donde se imagina que la gente del otro lado del mundo anda del revés. Es un poco como Uruguay y China".
Como Alicia, subraya, durante todo este mes "me agrandé y me achiqué", e incluso "me pregunté a veces si habría hecho bien o no en venir", para llegar a la conclusión de que "es mejor estar viviendo esto que no haberlo vivido".
Su primer viaje a China, en el que contó con la estrecha colaboración de la Embajada uruguaya, subraya, le sirvió para llevarse además una visión de otras culturas asiáticas.
"Los chinos están influidos por muchas cosas, por las telenovelas norcoreanas, por los dibujos animados japoneses. No hay país con una cultura pura, cada uno está influido por lo que tiene al lado, como Uruguay por Argentina", afirma.
Esa combinación de lenguaje chino-japonés-coreano será ahora "procesado por una cabeza latinoamericana" para dar pie a la próxima exposición del artista, que se llamará, no por casualidad, "La madriguera del conejo".
"Lo que está pasando aquí en artes visuales es muy importante, es un lugar en ebullición, muchas cosas están pasando. Espero que 'La madriguera del conejo' sea la mejor exposición de mi carrera", dice Burgos.
Pero de Pekín se lleva también Burgos la agresividad de la ciudad, que probablemente tendrá un reflejo en sus nuevos collages, compuestos por cientos de piezas e imbuidos de "kitsch", violencia y sexualidad.
"Fue difícil, es una ciudad muy fuerte, un poco agresiva, la contaminación, el urbanismo. Al principio me sangraba la nariz. La parte más agresiva fue la contaminación, muy fuerte", recuerda.
La obra de Burgos, que recorrió varios países, entre ellos España o Estados Unidos, está expuesta desde hoy en el estudio conjunto que abrió con el pintor español Judas Arrieta, en una de las conocidas como "ciudades de artistas" en las afueras la capital china.
(EFE)