Contenido creado por Gerardo Carrasco
Vida de perros

Vida de perros. Por Andrés Peirano

“Una, por lo menos una oportunidad para Mara”

El entrenador canino busca un cambio de pisada para una perrita muy castigada por los humanos.

01.11.2019 14:29

Lectura: 4'

2019-11-01T14:29:00-03:00
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En su nueva columna, el entrenador canino Andrés Peirano -cuya cautivante historia podés conocer aquí- relata la conmovedora vida de Mara, y pide ayuda para ella.

 

                                                                                 ._.

 

En mi actividad diaria como modificador de conducta canina, me encuentro con muchos perros que esconden detrás de un trauma un corazón lleno de amor.

Como con todo perro que es rescatado, siempre es más difícil trabajar ya que contamos con muy poca información sobre su pasado, qué tipo de experiencias vivió o qué clase de relación mantuvo, en caso de tenerla, con el humano hasta ese momento.

Pero hoy no les voy a hablar de técnicas, consejos o curiosidades, hoy les voy a hablar de Mara, una perra pitbull de mediana edad a la que decir que la vida trató muy mal es demasiado indulgente con el humano, ya que la única y exclusiva causa de sus problemas fueron las personas.

Por lo que sabemos, Mara comenzó su vida como perra de pelea. Por alguna razón, las bestias que la condenaron a esa vida le extrajeron todos dientes menos los molares, probablemente para obligarla a tener cría una y otra vez.

Desconocemos cómo fue que Mara terminó en un refugio en el departamento de Maldonado, donde fue adoptada y sujeta a una nueva condena, esta vez bajo la forma de una cadena y una vida a la intemperie, sufriendo las inclemencias climáticas.

Un grupo de rescatistas de este departamento la sacó de esa situación, y por fin su historia parecía comenzar a cambiar.

Cuando conocí a Mara ya estaba en un hogar transitorio en el departamento de Montevideo, tomaba medicación para la modificación de su conducta, pero solo la mantenía atontada y no solucionaba el problema de fondo.

A pesar de su experiencia con los humanos siempre dio y da amor, nunca mostró la más mínima intención de dañar a nadie, sus problemas pasaban por otro lado. Mara mostraba un especial terror a las tormentas, era sumamente escapista y no toleraba la presencia de ningún otro perro, ya que fue motivada a atacar a cualquier can que entrara en contacto con ella.

Hoy en día Mara mejoró en su miedo a las tormentas. Si bien le siguen asustando se mantiene tranquila, y con tener un lugar donde refugiarse y sentirse segura logra sobrellevar la situación sin mayores inconvenientes.

Sus intentos de escape desaparecieron. Siempre va a necesitar un ojo encima, pero hoy prefiere la comodidad de un sofá antes que la calle, y su comportamiento dentro del hogar es excelente. No rompe, no hace nunca sus necesidades adentro y no deja pasar ninguna oportunidad para dar amor y disfrutar de unos mimos.

No solo logramos que tolerara la presencia de otros perros, sino que convive con uno diariamente sin problemas y ya no toma medicación para ello. Si bien su mejora en este punto es enorme y va a mejorar todavía más, necesita de una guía firme pero amable que le brinde apoyo emocional a la hora de relacionarse con otros perros, ya que ante cualquier situación frustrante puede redirigir esa frustración al can que tenga más cerca.

Hoy no es difícil mantenerla controlada, pero va a necesitar de esa guía emocional sana para evitar malos momentos.

Mara hoy no tiene hogar, y por más que no le falta nada, necesita y se merece un hogar que sepa apreciar todo el amor que tiene para dar.

No podemos cambiar lo que algunas personas le hicieron, pero otras personas pueden cambiar su futuro. Mara necesita un hogar y un humano que sepa abrir su corazón para recibir a una perra que ya tiene el corazón abierto para, a pesar de todo lo sufrido, recibir a cada humano que se le acerca con sus dulces lengüetazos.

Puede que muchos la vean con desprecio por el tipo de perra que es y por su historia, pero no podemos responsabilizar al perro por el error del humano. Hagámonos cargo de nuestras responsabilidades y demos a Mara, de aquí en más, una gran vida. No los va a defraudar.


Andrés Peirano

apeiranok9h@gmail.com

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