Contenido creado por María Noel Dominguez
Mascotas

Cuando ellos quieren

¿Qué dice de vos acariciar a un gato? Psicología y vínculos emocionales

Acariciar gatos revela rasgos emocionales y patrones de control, según expertos en psicología.

22.07.2025 09:00

Lectura: 2'

2025-07-22T09:00:00-03:00
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Acariciar a un gato puede ser mucho más que un gesto afectivo. Según especialistas en neuropsicología y bienestar emocional, este acto puede revelar aspectos profundos de la personalidad, desde la empatía y la sensibilidad hasta dinámicas internas vinculadas al control y la necesidad de validación emocional.

Para Unai Aso Poza, psicólogo español de la plataforma Unobravo, la relación con los animales —y, en particular, con los gatos— es un reflejo de cómo nos vinculamos con los demás. La ailurofilia, definida como un amor profundo por los gatos, no es simplemente una afición: implica un lazo emocional particular, muchas veces sustentado en la admiración por la independencia y complejidad emocional de estos animales.

El contacto físico con un gato no solo genera bienestar momentáneo. Según investigaciones en neurociencia afectiva, este tipo de interacción libera oxitocina y endorfinas, neurotransmisores que generan placer, disminuyen el estrés y promueven el apego.

Sin embargo, no todos los comportamientos hacia los gatos son iguales ni tienen el mismo significado. Mientras quienes respetan el espacio felino suelen ser personas pacientes y observadoras, quienes insisten en acariciar a un gato pese a su resistencia podrían estar proyectando necesidades más complejas. “Este comportamiento puede revelar un deseo inconsciente de controlar el entorno o una búsqueda de validación emocional a través de la aceptación del animal”, señala un análisis publicado en Psychology Today.