"Don Cornelio siempre ha ocupado un lugar distinguido en mi corazón. Cuando lo conocí era un caballero miope, vestido con un traje gris con catorce bolsillos. Vivía en una pensión de mi barrio y nosotros, sus vecinos, ajustábamos los relojes cuando él pasaba por la mañana. Jamás se adelantaba ni atrasaba. Salía a las ocho y tres minutos en punto, echaba a andar hacia la esquina midiendo los pasos, y tomaba el autobús a su trabajo."

Bienvenidos a la historia de un hombre gris, cuya vida da un maravilloso vuelco un día de otoño: ha conocido a alguien. Pero no es un alguien cualquiera. Es una ninfa llamada Fantasía, que parece decidida a dar color a su vida.

Las regalías de la autora correspondientes a esta obra se destinan íntegramente a la Fundación Isabel Allende (isabelallendefoundation.org), cuya misión es ayudar a mujeres y niñas de alto riesgo.