Pero no podía predecir que un día, en el medio de su emancipación sexual recién adquirida, Rachel dejaría a sus dos hijos en su casa y no volvería más. Toby se había esforzado tanto por encontrar un equilibrio en su vida de soltero. Los vientos de su optimismo, largamente inactivos, recién se habían puesto en marcha. Y ahora esto.

Mientras Toby intenta averiguar dónde fue Rachel, a la vez que hace malabarismos con sus pacientes del hospital, sus tareas parentales que no se acaban nunca y su recientemente adquirida popularidad sexual en las apps, termina siendo la prolija narrativa del marido rechazado y la mujer excesivamente ambiciosa. Pero si Toby quiere comprender de veras lo que le sucedió a Rachel y a su matrimonio, tendrá que aceptar que quizá no ha sido totalmente objetivo en su análisis de los hechos.

Un debut mordaz y sin tapujos, Fleishman está en apuros es una exploración perspicaz, inquietante y a menudo hilarante de una cultura que intenta gestionar las profundas líneas divisorias de una institución que ha demostrado ser digna de profundos recelos y profundas esperanzas.

Ediciones Urano