Contenido creado por Gerardo Carrasco
Curiosidades

¡Aleluya!

“El mensaje de Dios fue claro”: profesora dejó la docencia y es “actriz porno cristiana”

Courtney Tilla encontró el modo de conciliar sus creencias religiosas con una lucrativa actividad.

26.04.2023 13:55

Lectura: 2'

2023-04-26T13:55:00-03:00
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Se afirma que los designios de la Providencia son inescrutables, y también que Dios escribe derecho con renglones torcidos. Por ello, nadie podría mostrarse “teológicamente sorprendido” ante un mandato confuso proveniente de la divinidad.

Así como le pidió a Noé que hiciera un arca y a Juana de Arco que liberara Francia, Dios le dijo que —ad maiorem gloria— se hiciera actriz porno.

Hasta el año 2016, Tila se ganaba la vida como docente en Estados Unidos. Fue entonces cuando —asegura— recibió el mandato celestial.

“El mensaje de Dios fue muy claro: estoy aquí para ser una estrella porno. Esta es mi forma de servirlo”, dijo en una entrevista al periódico británico Daily Star.

Hoy, con 35 años y su capacidad para aprovechar la plataforma OnlyFans, se consolidó en un nuevo estilo de vida que, según sostiene, no está reñido con su moral cristiana.

“Me sentía desconectada, de mí y del propio Dios. No sabía cuál era el propósito de mi vida ni cómo ayudar a los demás”, explica.

Sin embargo, apoyada por su marido, Courtney logró darle sentido a su existencia.

“Tenía mucha vergüenza sexual propia al principio. Recuerdo estar en una sesión de fotos con varias estrellas del porno y estaba angustiada. Podía sentir los juicios que la sociedad y la religión me habían inculcado, y era muy consciente de ello. Esa parte de mí sentía que sus elecciones y expresiones sexuales eran incorrectas e inmorales”, recuerda, según recoge ABC.

Pese a esas vacilaciones iniciales, la exprofesora logró afirmarse en su nuevo camino.

“Ahora rechazo cualquier enseñanza o institución que represente a Dios como una entidad que deba ser temida o juzgada. Dios es amoroso, no temeroso; y acepta, no juzga”, sostiene.

“No estamos destinados a suprimir o negar cosas como nuestro placer y expresión sexual. Al contrario, estamos destinados a disfrutarlos y encarnarlos completamente, como Dios lo ha dispuesto”, concluye.