“Autoestopista fantasma” es tema de todo tipo de especulaciones en Argentina

Pedro Peirone, un empresario dedicado al negocio de la perforación, se transformó el pasado 26 de febrero en un creciente fenómeno viral. Entrevistado por una pequeña televisora provincial, sus declaraciones pronto gozaron de alcance nacional y luego trascendieron las fronteras de Argentina.

En su relato, Peirone cuenta que viajaba rumbo a Rosario por la ruta provincial 92, y se detuvo a recoger a un autoestopista que hacia dedo al borde de la ruta. De acuerdo con su relato, el individuo habría desaparecido misteriosamente al momento de descender del vehículo, dejando como único rastro unas huellas de calor en la alfombra de goma donde apoyaba los pies.

La historia se transformó en tema de todas las conversaciones. El empresario radicó denuncia, si bien de su relato no se desprende la comisión de delito alguno. Según informara el periódico Clarín, la revisión de las imágenes de las cámaras de seguridad de la ruta muestran que nadie subió a la camioneta.

Las versiones acerca del asunto están a la orden del día. Unos dicen que el autoestopista es una entidad demoníaca y otros que el empresario es una entidad embustera. Entre esos extremos, las variaciones tienden al infinito.

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