“A veces no sabemos lo que piensa el otro, y damos por sentadas muchas cosas”

Pamela Stupia se hizo un lugar en la "jungla" de YouTube con un canal de video de contenido original, donde ofrece recomendaciones de belleza y cosmética a un público juvenil.

Como escritora, ganó popularidad gracias a la saga "14/7", una serie de novelas protagonizadas por cuatro chicas en el inicio de su adolescencia, niñas que ocultan -sin saberlo- peculiares facultades y un destino especial por cumplir.

Visitante habitual de Montevideo Portal (podés ver aquí y aquí sus anteriores entrevistas), Pamela vino una vez más, esta vez a conversar sobre su nuevo lanzamiento, Zoe y Starlie, dos novelas interrelacionadas.

"Zoe y Starlie son dos libros que cuentan una misma historia desde diferentes perspectivas", explica la joven autora.

Cada volumen "tiene la esencia a de cada personaje y su historia personal. Se pueden leer por separado, juntos e incluso intercalando la lectura capítulo a capítulo", añade. Y si bien tienen unidad en sí mismos, conviene leer las dos para tener una visión completa de lo ocurrido entre ambas amigas, ya que no en vano ambas novelas se agrupan bajo el título "Amistades imperfectas".

"A medida que el lector avance en la historia sabrá qué pasó entre ellas y por qué cada una se siente de la manera en que se siente", describe.

"Básicamente, la idea central es la amistad y un poco eso que sucede en las relaciones, que no sabemos qué piensa el otro y damos por sentadas muchas cosas", señala.

Del siglo pasado

En sus anteriores novelas, las redes sociales jugaban un rol destacado. Sin embargo, en esta ocasión la autora apostó a prescindir de esas herramientas, ambientando la acción en la década de 1990.

Stupia considera que si bien "esa época no es tan lejana, sí hubo muchos cambios en lo tecnológico" y que por esa razón "la forma de relacionarse era muy distinta".

Privarse voluntariamente de la comodidad de las redes, donde un mensaje de WhatsApp puede resolver de inmediato cualquier embrollo en el argumento, fue para la autora un cambio beneficioso.

"No me gusta repetirme", asegura, y apunta que en estas nuevas obras tuvo la ocasión de sustituir los mensajes en redes sociales por cartas "a la antigua".

"Siento que eso enriquece la historia", sostiene.