Uruguay y Brasil trabajan para reactivar la Comisión Binacional de Salud de Frontera, una iniciativa para garantizar la salud de ciudadanos de ambos países.

“La idea es tomar alguna cosa que sea bien práctica, bien operativa, y tratar de con eso ir demostrando que es posible utilizar las capacidades instaladas de salud que hay en la región y atender de la misma manera a la población, sea uruguayo o brasileño, dentro del marco de la formalidad que obliga al sistema de salud”, explicó a Montevideo Portal Gilberto Ríos, subdirector general de Salud del Ministerio de Salud Pública (MSP).

En este marco, Ríos viajó con la titular de la cartera, Cristina Lustemberg (acompañados del equipo de trabajo), a Buenos Aires en los últimos días, para participar de una reunión de ministros del Mercosur. Allí hubo una instancia de diálogo mano a mano con el ministro de Salud de Brasil, Alexandre Padilha, y su equipo, para avanzar en este compromiso.

En tal sentido, el jerarca uruguayo indicó que la intención es que entre julio y agosto quede operativa la comisión.

“En general, en el mundo, las zonas de frontera son zonas donde —por las asimetrías de los sistemas de salud— más potencialmente se pueden generar pasajes de brotes y ese tipo de cosas, por eso es una zona de mucho cuidado que históricamente los países de frontera terrestre siempre buscan tener algunos mecanismos de intercambio de información”, manifestó Ríos.

A esto se le suma una serie de problemas que el MSP hoy tiene identificados en la frontera con el país vecino: el reconocimiento “limitado” de la ciudadanía para nacidos en Brasil; las dificultades con el reembolso de gastos sanitarios; una falta de acceso a medicamentos no disponibles en el país donde se recibe atención; una “burocracia excesiva” en lo que hace al traslado de pacientes, o una “carencia de equipamiento sanitario complejo y de calidad”, entre otros.

Respecto de este último punto, el subdirector de Salud ejemplificó con el caso “más elocuente”, un hecho que sucede entre Rivera y Livramento: en esta ciudad del país norteño hay un instituto de imagenología “muy grande”, que Rivera no tiene dentro de su territorio. Esto obliga a los pacientes a trasladarse unos 500 km “cuando cruzar la calle lo podría resolver, pero no lo puede resolver porque no están los aspectos formales resueltos totalmente”, argumentó.

De esta manera, la comisión binacional funcionará con representantes de Cancillería, del MSP y de las Direcciones Departamentales de Salud de las zonas fronterizas.