Una reciente encuesta publicada por The Washington Post y la organización KFF ha revelado un dato alarmante para la salud pública de Estados Unidos: uno de cada seis padres ha evitado o pospuesto el programa de vacunación infantil estándar, incluyendo inmunizaciones esenciales como las de la poliomielitis, el sarampión, las paperas y la rubéola.
Este giro en la percepción ciudadana representa una amenaza directa al control de enfermedades que habían sido prácticamente erradicadas en el país, y ocurre en un contexto de erosión de la confianza hacia las autoridades sanitarias, alimentada en gran medida por la polarización política y la desinformación durante la pandemia de covid-19.
Brote de sarampión: una advertencia concreta
El informe llega apenas unos meses después del peor brote de sarampión en más de tres décadas en Estados Unidos, con más de 1.400 casos confirmados en 2025 y tres muertes asociadas, lo que refuerza la advertencia de expertos en epidemiología sobre los riesgos de una caída en las tasas de vacunación infantil.
La encuesta revela además que:
- El 9 % de los padres encuestados optó por no vacunar a sus hijos contra enfermedades como la poliomielitis o el sarampión.
- Casi el 50 % no vacunó a sus hijos contra la gripe en el último año.
- El 56 % no confía en la seguridad de las vacunas contra el covid-19 para niños.
Un perfil específico de la desconfianza
El informe señala un patrón en los padres que evitan la vacunación infantil: tienden a ser blancos, conservadores, muy religiosos y, en muchos casos, educan a sus hijos en casa. Este grupo también es más propenso a creer en teorías desacreditadas, como la supuesta relación entre vacunas y autismo.
El fenómeno se inscribe en una narrativa política más amplia. El actual secretario de Salud bajo el gobierno de Donald Trump, Robert F. Kennedy Jr., conocido escéptico de las vacunas, ha iniciado una reforma profunda de la política nacional de inmunización, lo que ha encendido las alarmas entre los sectores científicos y médicos.
Un sistema bajo presión, pero aún con apoyo mayoritario
A pesar de estas señales preocupantes, la encuesta también refleja que una mayoría significativa de padres (81%) apoya que las escuelas públicas exijan vacunas obligatorias contra enfermedades como el sarampión y la polio, lo que sugiere que el sistema de vacunación aún cuenta con una base de apoyo sólida.
No obstante, los expertos alertan que una disminución marginal en las tasas de cobertura puede ser suficiente para reactivar cadenas de contagio, especialmente en comunidades donde ya existe baja inmunización.
Con información de AFP
Acerca de los comentarios
Hemos reformulado nuestra manera de mostrar comentarios, agregando tecnología de forma de que cada lector pueda decidir qué comentarios se le mostrarán en base a la valoración que tengan estos por parte de la comunidad. AMPLIAREsto es para poder mejorar el intercambio entre los usuarios y que sea un lugar que respete las normas de convivencia.
A su vez, habilitamos la casilla [email protected], para que los lectores puedan reportar comentarios que consideren fuera de lugar y que rompan las normas de convivencia.
Si querés leerlo hacé clic aquí[+]