Sinovac y Sinopharm evalúan mezclar sus vacunas con otras para conseguir mayor efectividad

Sinovac y Sinopharm, los dos fabricantes chinos que exportaron cientos de millones de dosis en todo el mundo, reconocieron estar considerando combinar sus vacunas con las de otras compañías.

Gao Fu, director del Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades, dijo días atrás que las autoridades están considerando mezclar vacunas como una forma de lidiar con su "efectividad no elevada", una expresión que hace referencia a su menor efectividad relativa en comparación con otras vacunas.

El Grupo Nacional de Biotecnología de China tiene un plan para el "uso secuencial" de las vacunas producidas por el país, dijo Li Meng, jefe de cooperación internacional de la compañía, que es una subsidiaria de la estatal Sinopharm, durante una conferencia internacional, según recoge el periódico DN.

Sinopharm ha producido dos vacunas contra el covid-19 y tiene una tercera en ensayos clínicos.

Sinovac, una empresa privada con sede en Beijing, también dijo que está en conversaciones preliminares con investigadores, incluido el Centro de Control de Enfermedades de China, sobre la combinación de dosis de su vacuna, CoronaVac, con otras inoculaciones.

La inmunización secuencial significa mezclar diferentes vacunas y es una estrategia que puede aumentar las tasas de eficacia, según los inmunólogos.

Beijing ha distribuido cientos de millones de dosis en otros países al mismo tiempo que intenta generar dudas sobre la efectividad de las vacunas occidentales.

A principios de año, lo investigadores brasileños del Instituto Butantan estimaron que las tasas de eficacia de la vacuna contra el coronavirus del fabricante chino Sinovac para prevenir los síntomas infecciosos eran del 50,4 %.
Posteriormente, un estudio llevado a cabo en Turquía atribuyó a esta vacuna una eficacia del 83,5 %. Po el camino del medio, un estudio chileno divulgado a mediados del presente abril, cifró la eficacia de Sinovac en 67 %.

Las vacunas Sinopharm, desarrolladas conjuntamente por el Instituto de Productos Biológicos de Beijing y el Instituto de Productos Biológicos de Wuhan, tienen una eficiencia de entre el 79% y el 72%, respectivamente, según la compañía, que no ha revelado públicamente más datos sobre el final de la fase de los ensayos clínicos.

La práctica también se está considerando en otros países. Los científicos británicos están estudiando una combinación de vacunas de las compañías farmacéuticas AstraZeneca y Pfizer.

Los científicos también han procurado buscar el intervalo óptimo entre dosis para lograr la mayor eficacia, con tiempos que varían entre cuatro y doce semanas.

Los resultados pueden tener implicaciones para la salud pública en todo el mundo, ya que los gobiernos enfrentan retrasos en la obtención de vacunas a su debido tiempo y obstáculos logísticos para implementar las vacunas.

Las vacunas de China utilizan tecnología "tradicional", que consiste en inyectar un virus químicamente inactivado para provocar una respuesta inmune.

Los fabricantes occidentales han recurrido al uso de la tecnología de ARN mensajero (ARNm), una nueva tecnología que ha mostrado mayores niveles de efectividad.