Siete de cada diez chinos quieren bajar de peso, pero la mitad no detecta su sobrepeso

El 70 % de los adultos chinos desea perder peso y más del 60 % está dispuesto a esforzarse para lograrlo, según reveló un libro blanco presentado este sábado en una conferencia sobre prevención de la obesidad en Foshan, en la provincia de Guangdong. La publicación, elaborada por la Asociación de Medicina Preventiva de China, expone tanto el creciente interés de la población en el control del peso como las barreras que dificultan un enfoque efectivo.

Una de las principales alertas del informe es la discrepancia entre la percepción personal y la realidad médica: la mitad de los adultos chinos no evalúan correctamente su peso y un 14 % que cree estar en un rango saludable, en realidad tiene sobrepeso según su índice de masa corporal (IMC).

“El desconocimiento sobre el propio estado de salud dificulta la prevención de enfermedades cardiovasculares, cerebrovasculares, diabetes y otras patologías crónicas”, advirtió Liang Xiaofeng, vicepresidente de la asociación y uno de los autores del informe.

Una epidemia en ascenso

Actualmente, el 34,3 % de los adultos chinos tiene sobrepeso y el 16,4 % padece obesidad. La Comisión Nacional de Salud proyecta que, de no mediar cambios, para 2030 el 70,5 % de los adultos podrían estar por encima de su peso ideal. El costo estimado en gastos médicos rondaría los 61.000 millones de dólares.

Ante este panorama, en junio de 2024 las autoridades lanzaron una campaña nacional de tres años para fomentar entornos favorables al control del peso. Como parte del plan, se está fortaleciendo la red hospitalaria para ofrecer servicios especializados en prevención y tratamiento de la obesidad, con el objetivo de lograr una cobertura casi total antes de junio de 2025.

Cambios de hábito y desafíos culturales

El libro blanco también destaca que más de la mitad de la población ya ha adoptado medidas para controlar su peso, como reducir el consumo de aceite, sal y azúcar, y optar por sustitutos de comidas más saludables. No obstante, el informe insiste en la necesidad de un apoyo social más sostenido, un sistema educativo sobre control del peso más robusto y políticas públicas que respondan a las necesidades reales de los ciudadanos.

“El sobrepeso no es solo una cuestión estética, sino un problema de salud pública urgente”, subraya el documento, que llama a promover estrategias científicas, eficaces y culturalmente adaptadas para revertir una tendencia que podría tener consecuencias sanitarias y económicas a gran escala.

Con información de Xinhua