La expansión del coronavirus en todo el mundo ha desatado preocupación -y cierta paranoia- internacional. En varios países se disparó la demanda de tapabocas y también la de geles desinfectantes de base alcohólica.
En nuestro país, se vivió una situación similar en el año 2009, cuando el avance de la denominada Gripe A hizo que escaseara el alcohol en gel, y que se divulgaran métodos caseros para su elaboración.
La experta española Marián García, conocida popularmente en su país como Boticaria García, publicó en las páginas del periódico matritense El Mundo, un detallado informe acerca del uso de este producto, así como de la debida manera de higienizarse para prevenir el contagio del coronavirus y otros gérmenes.
¿QUÉ ES UN GEL HIDROALCOHÓLICO?
Un gel hidroalcohólico, alcohol-gel o gel limpiador bactericida, es un producto antiséptico que se emplea como alternativa al agua y jabón para lavarse las manos. Sus activos principales son el alcohol etílico e isopropílico (entre el 60% y 95%) aunque también puede estar formulado a base de cloruro de benzalconio o clorhexidina. El alcohol puede ser agresivo y, por tanto, se le añaden excipientes como pantenol, propilenglicol o glicerina. Hay geles hidroalcohólicos premium, enriquecidos con pimienta rosa o notas florales, más propias de un perfume que de un desinfectante, como el jazmín, el vetiver, la rosa o bergamota.
¿ES MEJOR LAVARSE LAS MANOS O USAR UN GEL HIDROALCOHÓLICO?
Lo primero es preguntarse: ¿tengo las manos limpias o sucias? Si están sucias, por ejemplo, por sangre o fluidos corporales, se recomienda el lavado con agua y jabón. Además, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, el agua y jabón son más eficaces que los desinfectantes de manos para eliminar algunos microbios, como Cryptosporidium, norovirus y Clostridium difficile. El lavado de manos es el método más accesible y económico para todos con la suerte de que, además, ha demostrado ser eficaz.
Si las manos no están sucias, sí es útil usar un gel hidroalcohólico. En tan solo un minuto puede ser efectivo frente a un amplio espectro de bichos: bacterias Gram-positivas y Gram-negativas incluso micobacterias y hongos. Ésta es la razón por la que estos geles son útiles en el entorno hospitalario, más aséptico, donde las manos entran en contacto con microorganismos sin presentar excesiva suciedad. Además de que las manos estén sucias o grasientas, hay otras limitaciones para la efectividad de los geles: que las personas no usen la cantidad suficiente del producto o que lo retiren antes de que se haya secado.
¿CÓMO SE APLICA?
En primer lugar, es importante aplicarlo con las manos secas porque el agua reduce la efectividad. El volumen adecuado está entre dos y tres mililitros (la aplicación de un dispensador común). Se debe repartir por toda la superficie de la mano haciendo hincapié en los espacios interdigitales y después se requieren entre 15 y 20 segundos para el secado. El tiempo que debe transcurrir para volver a aplicarse el gel depende de cada fabricante, pero en general no se recomienda reaplicar hasta transcurridas seis horas. ¡Importante! Frente a los rumores, la ONU ha tenido que desmentir que rociarse el cuerpo alcohol o cloro proteja frente al coronavirus.
¿QUÉ PASA SI TE PASAS?
Debido al alcohol, las personas con piel sensible pueden experimentar irritación, comezón, sequedad en la piel y hasta hinchazón. Para evitarlo es conveniente que en la fórmula se incluyan humectantes, que no inhiban la acción del alcohol o aceites para aumentar la hidratación y reemplazar los lípidos de la piel.
¿SE PUEDEN USAR EN NIÑOS PEQUEÑOS?
Pueden usarse a partir de los dos años con precaución para evitar la ingestión. Aunque son necesarias más investigaciones, un estudio realizado en Almería, España, mostró que el uso de estos geles en niños de 0 a 3 años en la higiene de manos podría reducir la incidencia de infecciones respiratorias, el uso de antibióticos y el absentismo escolar.
Sin embargo, el principal problema de la aplicación de estos geles (que a veces tienen envases llamativos) es la posible ingestión accidental del producto por parte de los niños. Los síntomas más frecuentes son irritación en la boca y en los ojos y vómitos, pero si el volumen ingerido es grande el niño puede respirar mal y tener dificultades para mantenerse despierto. En caso de ingestión accidental, se recomienda mantener la calma, no provocar el vómito, lavar la zona si el contacto ha sido externo, conservar el producto responsable para poder identificarlo y consultar a un médico.
¿PUEDO FABRICAR UN GEL HIDROALCOHÓLICO CASERO?
"Los experimentos, con gaseosa", ataja García. En 2009, a consecuencia de una epidemia de gripe A, el gel hidroalcohólico se agotó en Buenos Aires. A raíz de este suceso proliferaron los tutoriales (algunos incluso desde la televisión) animando a fabricarlo de manera casera a base de alcohol etílico, carbopol, glicerina y treitanolamina. García destaca que en ningún caso es recomendable jugar al químico con los geles hidroalcohólicos. Antes es preferible recurrir al clásico lavado de manos con agua y jabón.
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