Contenido creado por María Noel Dominguez
Salud

Acto reflejo

Por qué tu cerebro necesita que explotes burbujas o gires lapiceras

Gestos repetitivos como el 'fidgeting' ayudan a reducir la ansiedad y mejorar la concentración.

04.07.2025 13:36

Lectura: 2'

2025-07-04T13:36:00-03:00
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Explotar plástico de burbujas, girar una lapicera, jugar con el pelo o hacer garabatos son gestos aparentemente triviales, pero esconden una función neurológica relevante. Según la divulgadora científica Teresa Arnandis, doctora en Biomedicina, estos movimientos conocidos como 'fidgeting' son mecanismos inconscientes que el cerebro utiliza para autorregularse, reducir la ansiedad o mejorar el foco.

Lejos de ser simples manías, el fidgeting estimula áreas del cerebro vinculadas a la concentración y la toma de decisiones, especialmente la corteza prefrontal, según estudios recientes de la Universidad de Auckland y el Instituto Matai de Nueva Zelanda. Esta zona cerebral, clave para la atención ejecutiva, muestra mayor actividad cuando se realizan movimientos repetitivos con las manos, incluso en personas sin diagnóstico de TDAH.

Arnandis destaca que la clave está en la combinación de estímulos sensoriales. Al reventar plástico de burbujas, por ejemplo, se produce una mezcla de presión táctil, sonido seco y gratificación inmediata que activa respuestas cerebrales placenteras. Incluso se están diseñando experiencias de realidad virtual para replicar estas sensaciones con fines terapéuticos, según un estudio publicado en Scientific Reports.

Otro estudio clásico, realizado por el psicólogo K.M. Dillon, evidenció que manipular plástico de burbujas reduce el estrés, aumenta la energía y mejora el estado de ánimo en estudiantes universitarios. Su ventaja: es una técnica de alivio accesible y sin efectos secundarios, a diferencia de métodos de relajación que pueden ser contraproducentes en algunas personas.

En resumen, estos gestos cotidianos no solo entretienen: pueden representar una forma intuitiva y efectiva de responder al estrés, optimizar funciones cognitivas y mejorar el bienestar emocional. Como resume Arnandis: “Más allá de la diversión, estos juegos cumplen una función real en nuestro estado mental”.

Con información de Europa Press