Mostaza para calmar dolores de músculos y articulaciones

Las causas del dolor muscular son varias, pero las principales están relacionadas con la tensión, sobrecarga o con la propia lesión muscular, ya sea por ejercicio físico o por algún tipo de trabajo físicamente exigente.

Los dolores musculares también pueden ser un síntoma de enfermedades que afectan a todo el cuerpo, como determinadas infecciones (gripe o resfrío), fibromialgia (afección que causa sensibilidad en los músculos, fatiga, dificultades para dormir y dolores de cabeza) y afecciones que afectan los tejidos conectivos en todo el cuerpo (como el lupus).

Cuando el dolor es habitual y aparece sin motivo aparente (por ejemplo, sin haber llevado a cabo ninguna actividad física excesiva o sin haberse producido algún tipo de lesión o trauma) hay que consultar con el médico para estudiar otras posibles causas. Sin embargo, cuando es causado por circunstancias más banales como por ejemplo una lesión, un trauma o una actividad física excesiva es posible calmar el dolor muscular naturalmente utilizando una cataplasma de mostaza, que posee la capacidad de actuar como un vasodilatador natural y actuar contra los dolores musculares locales.

Según explican en Natursan, la mostaza es un aliado para nuestros músculos y articulaciones. Es especialmente útil para calmar los calambres en el cuerpo. Para este fin basta con tomar una cucharada de mostaza amarilla.
Por otro lado, también ayuda a relajar el cansancio de los músculos, sobre todo cuando surge también con dolor. En estos casos, si el dolor muscular es general y afecta a todo el cuerpo, es necesario tomar un baño caliente con dos cucharadas de mostaza y una cucharada de sales.

Pero si el dolor es localizado, y afecta sólo a un músculo en particular, se puede optar por la cataplasma.

Ingredientes para preparar la cataplasma:

40 gr. de granos de mostaza
1 litro de agua
1 paño o venda de tela

Se ponen los granos de mostaza en un mortero y se muelen hasta obtener una especie de harina. Luego se pone el agua en un recipiente y se calienta. Cuando alcance el punto de ebullición se añade la harina de mostaza, y se deja hirviendo durante 5 a 10 minutos. Pasado este tiempo se apaga el fuego, se deja que se enfríe un poco, se envuelve con la pasta el paño de tela o la venda y se aplica sobre la zona donde tengas el dolor, dejando actuar entre 15 a 20 minutos.

Efectos secundarios

Hay que tener en cuenta que la mostaza puede causar irritación o quemazón en la piel, por lo que es adecuado utilizar la cataplasma por poco tiempo y observar si se producen algunos de estos efectos adversos.
Por otra parte, no es adecuado utilizarlo sobre las mucosas o sobre zonas de la piel irritadas o sobre heridas.