El Ministerio de Salud Pública aseguró que el plomo y el cadmio encontrados en la yerba mate comercializada en Uruguay no pasan al agua caliente, por lo que el producto es "inocuo". Así lo afirmó la directora general de la Salud Marlene Sica, tras los análisis a la yerba realizados por el MSP y el LATU.
En declaraciones recogidas por Presidencia, Sica explicó que, a diferencia de lo que sucede en otros países, en Uruguay "no elaboramos productos alimenticios con yerba ni se hacen bizcochos ni buñuelos ni ningún otro producto".
De todas maneras, el MSP y el LATU acordaron establecer la obligatoriedad de los estudios no sólo en la yerba seca sino también en la infusión, tal como se consume en el país. En ese sentid, Sica aseguró que "solamente se va a permitir la comercialización en aquellos lotes en que se compruebe que no hay evidencia de pasaje a la infusión tanto de plomo como de cadmio".
Además, agregó que el MSP realizará un muestreo estadístico para valorar la calidad de la yerba en infusión. Al respecto, explicó que "se hará un muestreo significativo para valorar las condiciones que se tiene en el momento actual y dar seguridad a la población sobre el producto que se consume tal y como estamos acostumbrados a consumirlo".
En paralelo, Uruguay analiza pedir en el MERCOSUR una revisión de la normativa que regula la composición de la yerba mate, dado que si bien Uruguay, Argentina y Brasil la pusieron en práctica, Paraguay aún no lo hizo.
Sica aclaró que "lo que queremos es revisar la norma, conocer qué es lo que está pasando en el resto de los países que la internalizaron, si han establecido los controles, si los controles muestran alteraciones, qué medidas han tomado". La jerarca agregó que "queremos conocer la realidad porque Uruguay no se autoabastece de yerba, por lo tanto, depende de los controles y de las acciones que se tomen en Brasil, desde donde proviene más del 90 % de la yerba que importamos".
Desestiman riesgos sanitarios
Consultado por Montevideo Portal, el químico farmacéutico Bernardo Borkenztain dijo que "si la yerba hubiese presentado niveles muy altos de plomo y cadmio, ya hubiesen retirado el lote. No creo que haya ninguna posibilidad de envenenamiento. Si bien no conocemos los resultados del LATU porque no los difunden públicamente, está claro que lo que encontraron en la yerba no fue una cantidad letal".
Recientemente, el Mercosur actualizó su normativa respecto a los niveles permitidos de estos metales. Para Borkenztain, "es importante saber si esta yerba empeoró o simplemente no pasa la nueva normativa. Al no conocer los resultados de los exámenes, no sabemos qué pasa con el consumo acumulado. Debería realizarse un estudio de plombemia a cada persona. El LATU al no publicar los resultados o difundirlos en los medios está despertando la alarma pública".
"El plomo y el cadmio son dos metales pesados. El problema es que son sumamente venenosos. El plomo por lo menos se utilizó mucho tiempo en tuberías, por eso hablamos de ´plomeros´. La presencia de estos metales en los alimentos puede tener varias causas: que los cultiven en tierra contaminada o riego con agua contaminada. Es un tema que se cruza con la minería a cielo abierto. En las minas de oro se usa cianuro, y si se entra a dinamitar grandes cantidades de tierra los desechos van a los cursos de agua. Lo más común es la actividad industrial descontrolada. El Santa Lucia y el Pantanoso por ejemplo tuvieron alto contenido de plomo por los desechos de las curtiembres".
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