Contenido creado por Laura Meléndez
Salud

Buena digestión

Leches vegetales como alternativas a la de vaca

Las leches vegetales son una buena alternativa, aunque todavía cara, para quienes buscan sustituir los lácteos animales.

02.12.2015 10:53

Lectura: 2'

2015-12-02T10:53:00-03:00
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Si bien no son totalmente iguales, en sabor y sustancia, las leches vegetales se presentan como opciones que bien pueden tomarse solas o utilizarse como insumo para distintas preparaciones de repostería. La primera que se puede mencionar es la leche de soja: se trata de una de las bebidas vegetales más consumidas en el mundo, alta en proteínas y en nutrientes, y que bien puede consumirse sola o utilizarse en recetas como cremas, salsas, postres, batidos o helados.

Según reporta Nosotras, es una de las alternativas más conocidas y completas desde el punto de vista de los aminoácidos que aporta. Además, es de fácil digestión y bastante versátil para usar en la cocina. Para las mujeres, tiene la ventaja extra de aportar isoflavonas, estrógenos vegetales que pueden ayudar, sobre todo, en la premenopausia y en la menopausia. Opta siempre por una versión 100 por ciento orgánica.

Otra opción vegetal es la leche de coco, que se obtiene de la pulpa rallada de este fruto tropical, y que destaca por su aporte de grasas, aunque no contiene lactosa ni colesterol. Sí aporta vitamina C, E y algunas del complejo B, fibra y minerales como selenio, calcio, hierro y magnesio. La única desventaja que puede tener esta leche es que es rica en calorías, por lo que quizás no sea conveniente convertirla en la primera y única leche vegetal.

La leche de almendras, por su parte, también ha ganado protagonismo en los últimos años: de rico sabor y suave, no tiene lactosa, gluten ni colesterol, por lo que se considera una de las más saludables. También se puede beber sola, con té o café, o bien emplear para cocinar. Entre sus nutrientes destaca la presencia de calcio, vitamina A, D y E, proteínas y ácidos grasos Omega 6.

Una cuarta alternativa muy versátil y bien valorada es la leche de avena: una de las leches más recomendadas para quienes sufren intolerancia a la lactosa, ya que es baja en calorías y de fácil digestión. Su valor nutritivo radica en grasas monoinsaturadas, vitaminas del grupo B, vitamina D y calcio, además de fibras y proteínas.