De acuerdo con la investigación de McKinsey Global Institute, recogida por el sitio BBC Brasil, 2.100 millones de personas, cerca del 30% de la población global, está pasada de peso o es directamente obesa. El combate de esta enfermedad se lleva el 2,8 de todas las riquezas generadas en el planeta.

El costo mundial de la obesidad es casi el mismo que otras enfermedades como las provocadas por el cigarrillo o pérdidas como consecuencia de conflictos armados, y tan relevantes como el alcoholismo o el cambio climático.
Pero todo puede ser peor. Según McKinsey, en 2030, cerca del 50% de la población podrá ser calificada como obesa.

El informe señala que hay una creciente "carga económica" debido a la obesidad: el impacto del costo financiero no sólo afecta al sector de la salud pública, sino que se distribuye ampliamente en la economía. A causa de la enfermedad, por ejemplo, la obesidad reduce días de trabajo y afecta la producción.

Los investigadores han argumentado a favor de una serie de políticas ambiciosas y sistémicas. Según ellos, la respuesta al problema no sólo puede venir de iniciativas individuales. Entre las sugerencias incluidas en el informe figura el control de algunos alimentos envasados y la legislación adecuada de la comida rápida y la industria de alimentos procesados.