Contenido creado por Santiago Magni
Salud

Otra pandemia

La crisis de la covid-19 agravó la automedicación en Latinoamérica

Según estudios, hoy más personas se automedican en la región como resultado de la crisis sanitaria.

04.08.2021 12:08

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2021-08-04T12:08:00-03:00
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La crisis provocada por el SARS-CoV-2 ha agravado la automedicación, un fenómeno arraigado en Latinoamérica, algunas de cuyas consecuencias son el aumento en la resistencia bacteriana a los antibióticos, efectos secundarios adversos en muchas personas, desabastecimiento y redes de comercio ilegal de fármacos, señala un artículo publicado por la periodista Carmina de la Luz en SciDev.Net.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la automedicación como "el uso de medicamentos por parte del consumidor para tratar trastornos o síntomas reconocidos por él mismo", lo cual incluye ingerir sin receta fármacos que la requieren, pero también el uso irracional de sustancias de venta libre.

Aunque se trata de un problema de salud a nivel global que precede varias décadas a la pandemia por COVID-19, con prevalencias que iban de 32,5 a 81,5 por ciento en distintos países del mundo, según estudios, hoy más personas se automedican en la región como resultado de la crisis sanitaria.

Por ejemplo, el Sindicato Argentino de Farmacéuticos y Bioquímicos estimó en junio de 2020 que la cuarentena trajo consigo un aumento de 25 por ciento en el uso de medicamentos sin prescripción médica en el país.

Otro cambio en las conductas de automedicación provocado por la llegada del coronavirus tiene que ver con la edad de quienes la practican: "Antes, la prevalencia era más alta en adultos mayores o de mediana edad. Ahora hemos notado que cada vez hay más jóvenes incurriendo en ella", dijo a SciDev.Net Franklin Soler, profesor de psicología en la Universidad del Rosario, Colombia.

Ha sido el caso de Perú. Un estudio publicado a principios de 2021 descubrió que, previo a la pandemia, el promedio de edad de las personas que solían automedicarse era de 46,5 años. Este número se redujo a 40,5 años en el contexto de la emergencia sanitaria.

Y aunque probablemente es temprano para ver algunas consecuencias del incremento en la automedicación en América Latina, los especialistas coinciden en alertar sobre la resistencia bacteriana a los antibióticos. En 2017 ya se habían detectado en la región variedades de bacterias con tasas de resistencia a dichos fármacos que iban del 10 hasta el 90 por ciento.

Los científicos creen que este problema, que anualmente cobra la vida de 700 mil personas en el mundo, podría volverse insostenible. Su temor está fundamentado en el hecho de que hasta un 71,9 por ciento de los pacientes diagnosticados con COVID-19 han recibido antibióticos, pese a que solo el 6,9 por ciento de ellos los necesitaba.

"Hace 7 años la OMS lanzó una alerta mundial sobre la resistencia a los antibióticos, que por sí misma es una pandemia que mata a muchas personas, una paralela a la actual", advierte a SciDev.Net desde Colombia el director del Observatorio del Comportamiento de Automedicación de la Universidad del Rosario, Andrés Pérez-Acosta.

La pandemia, además, está asociada con sustancias que no solían ser objeto de automedicación en Latinoamérica. Anahí Dreser, investigadora del Instituto Nacional de Salud Pública de México, reconoce que antes de la pandemia era preocupante el uso de ciertos analgésicos para el dolor crónico, así como fármacos usados en el tratamiento de la diabetes o la hipertensión.

"Pero la pandemia nos dio la sorpresa de una mayor demanda de antivirales y antiparasitarios, cuya compraventa es escasa o nulamente controlada", comentó a SciDev.Net vía telefónica la también coordinadora de la línea de investigación Medicamentos en Salud Pública.

Detrás de esta automedicación hay una falta de farmacovigilancia, servicios de salud insuficientes, medios de comunicación que crean falsas expectativas con noticias fuera de contexto y, probablemente más grave aún, gobiernos omisos que muchas veces en lugar de combatirla la promueven.