La Organización Mundial de la Salud (OMS) alcanzó un acuerdo histórico para actualizar su Plan de Acción Mundial contra la resistencia a los antimicrobianos (RAM), con el objetivo de reducir en un 10% las muertes asociadas a bacterias resistentes para 2030. La medida fue aprobada durante la 78.ª Asamblea Mundial de la Salud, tras tres años de negociaciones y consultas con Estados Miembros y organismos internacionales.

El nuevo plan, que se debatirá formalmente en la próxima asamblea de 2026, se enmarca en el compromiso político adoptado en la Reunión de Alto Nivel de Naciones Unidas sobre RAM celebrada en 2024, y responde a cifras alarmantes: 4,71 millones de muertes estuvieron relacionadas con RAM en 2021, según el Estudio de la Carga Global de Enfermedades.

Un enfoque integral y coordinado

Desde 2015, más de 170 países desarrollaron planes de acción nacionales para abordar la RAM, pero el avance ha sido desigual. El nuevo marco reforzará directrices actualizadas y adoptará un enfoque One Health, que integra la salud humana, animal y ambiental.

El plan será elaborado conjuntamente por la OMS, la FAO, el PNUMA y la WOAH, y pondrá el foco en cinco áreas clave: prevención de infecciones, acceso equitativo al diagnóstico y tratamiento, vigilancia, investigación e innovación, y fortalecimiento de la gobernanza y la financiación.

La actualización también busca integrar la lucha contra la RAM en los sistemas sanitarios, mejorar la eficiencia del gasto y fomentar la participación de múltiples sectores en la respuesta a esta amenaza sanitaria global.

Avances en salud y cambio climático

En paralelo, la Asamblea respaldó el primer borrador del Plan de Acción Mundial sobre Cambio Climático y Salud (2025-2028), que reconoce el impacto sanitario del calentamiento global y plantea estrategias para crear sistemas de salud resilientes y bajos en emisiones.

El plan propone líneas de acción en vigilancia, alerta temprana, protección de poblaciones vulnerables y articulación entre políticas de salud y financiamiento climático, consolidando el liderazgo de la OMS en la agenda climática global.

Si bien la iniciativa recibió amplio respaldo, algunos Estados Miembros señalaron que aún quedan temas pendientes de consenso, especialmente en torno al lenguaje y los principios operativos del plan.

Con información de Europa Press