La primera ministra finlandesa, Sanna Marin, informó en rueda de prensa de que su gabinete respalda las últimas medidas propuestas por el Instituto Nacional de Salud y Bienestar (THL) para frenar el creciente ritmo de contagios, cuya tasa se ha triplicado en el últimos 30 días hasta superar los 150 casos semanales.

Dado que la legislación vigente no permite obligar a la población a usar mascarillas, el Ejecutivo finlandés se limitó a recomendar que los ciudadanos las utilicen en el transporte público y en aquellos lugares en los que no sea posible mantener una distancia mínima de seguridad.

Esta recomendación afecta a los mayores de 15 años que residan en regiones en las que se haya producido algún contagio por coronavirus en los últimos catorce días, por lo que abarca todo el país nórdico excepto cinco zonas periféricas.

"Los ciudadanos deben adquirir sus mascarillas ellos mismos, pero los municipios se asegurarán de que también estén disponibles para las personas con menos recursos de forma gratuita. El Estado reembolsará este gasto íntegramente a los municipios", explicó Marin.

 

El Ejecutivo finlandés recomendó también que los ciudadanos vuelvan a trabajar a distancia, siempre que el tipo de trabajo lo permita, en aquellas regiones en las que la pandemia esté en clara expansión.

 

Esta medida, que ya estuvo en vigor la primavera pasada, afectará sobre todo a Uusimaa, la región metropolitana de Helsinki, donde hasta la fecha se han detectado 5.585 casos de COVID-19, el 73 % de los registrados en todo el país.

Respecto a la llegada de personas del extranjero, el Gobierno finlandés solicitó a THL que elabore una lista de países dividida en tres grupos -verde, amarillo y rojo-, en función de su situación epidemiológica.

El llamado "modelo semáforo" servirá para determinar qué medidas se aplican a los viajeros que lleguen a Finlandia según su país de origen, desde permitir su libre tránsito (verde) hasta imponer una cuarentena obligatoria de catorce días (rojo) si las autoridades sanitarias así lo aconsejan.

Finlandia es uno de los países más restrictivos del mundo a la hora de permitir la entrada de turistas del extranjero, ya que sólo están exentos de la cuarentena obligatoria quienes lleguen de naciones que hayan detectado en las últimas dos semanas un máximo de ocho nuevos contagios por COVID-19 por cada 100.000 habitantes.

En la práctica, Finlandia, cuya tasa equivalente es actualmente de 4,7 contagios, considera países de riesgo a todos los Estados del mundo excepto 26, la mayoría de ellos en el continente europeo.

Según datos oficiales, el país nórdico ha registrado hasta la fecha 7.683 casos confirmados y 333 muertos por COVID-19, con una tasa de 140 contagios y seis fallecidos por cada 100.000 habitantes.

Con información de EFE