Expertos alertan por nuevo y “peligroso” antivacunas en la agencia sanitaria de EE. UU.

El gobierno de Robert F. Kennedy Jr. sumó un nuevo gesto en la reorientación de la política sanitaria de Estados Unidos al nombrar a Ralph Abraham, actual cirujano general de Luisiana, como subdirector principal del organismo federal que dirige la respuesta epidemiológica y las recomendaciones de salud pública en el país. Especialistas calificaron su designación como “peligrosa” e “irresponsable”, aunque algunos admitieron que la lista de candidatos que manejaba la administración podía haber sido aún más extrema.

El médico Jeremy Faust reveló el nombramiento en su newsletter Inside Medicine, información que luego fue confirmada por periodistas del sector. Faust señaló que una fuente interna le comentó: “I heard way worse names floated”, y aunque las posturas de Abraham son “probablemente bastante terribles”, al menos cuenta con experiencia en la administración de un sistema de salud, algo que no ocurría con otros nombres sugeridos por el círculo de Kennedy.

Esa experiencia, sin embargo, está lejos de alinearse con estándares básicos de salud pública. Durante su gestión en Luisiana, el departamento sanitario tardó meses en advertir a la población sobre un brote mortal de tos convulsa, lo que generó críticas por la falta de transparencia y demora en las alertas epidemiológicas. Su historial también muestra una oposición sistemática a las vacunas.

Este mismo año, Abraham declaró a un medio local que no recomienda la vacunación contra la covid-19 porque “prefiero la inmunidad natural”. En febrero, ordenó suspender la promoción de campañas masivas de inmunización —incluidas las vacunas contra la gripe— y prohibió al personal sanitario realizar acciones estacionales de vacunación.

En paralelo, es un firme defensor de tratamientos sin evidencia científica para la covid-19. Abraham ha promovido el uso de hidroxicloroquina e ivermectina, pese a que estudios concluyeron que ambos medicamentos son ineficaces contra el virus. Faust recordó que, en 2021, el médico fue el séptimo mayor prescriptor de ivermectina entre 12.000 médicos de Luisiana, lo que se suma a su antecedente como uno de los principales recetadores de opioides en 2013.

Su perfil ideológico coincide estrechamente con el del propio Kennedy. Ambos rechazan la fluoración del agua, y el secretario de Salud lleva adelante una reestructuración profunda del organismo sanitario federal para alinearlo con su postura antivacunas, teorías conspirativas y afirmaciones sin sustento.

Ese rumbo quedó evidente la semana pasada, cuando Kennedy ordenó modificar una página oficial para vincular falsamente las vacunas con el autismo, una afirmación desmentida de manera sistemática por la comunidad científica. Con Abraham como nuevo número dos, expertos advierten que la influencia de ese enfoque podría consolidarse aún más en la principal estructura de vigilancia y prevención sanitaria de Estados Unidos.