La administración de suplementos de calcio en dosis menores a las recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) parece ser igualmente eficaz para reducir el riesgo de preeclamsia y parto prematuro.

Así lo indica un estudio que publica hoy New England Journal of Medicine y realizado por la Harvard T. H. Escuela Chan de Salud Pública, que se basó en dos ensayos con 11.000 embarazadas, en su mayoría jóvenes, en India y Tanzania.

La OMS recomienda la administración de suplementos de calcio en dosis altas a las embarazadas en contextos de dietas bajas en este mineral, predominantemente países de ingresos bajos y medios (1.500 miligramos al día).

El estudio señala que la administración de esos suplementos en dosis bajas (500 miligramos al día) “parece tan eficaz para reducir el riesgo de preeclampsia y parto prematuro como las dosis altas”, indicó el centro universitario en un comunicado

Reducir la carga de comprimidos a una pastilla de calcio de 500 miligramos al día disminuiría las barreras de adherencia para las mujeres y reduciría los costes para los gobiernos y los programas sanitarios sin sacrificar los beneficios para la salud.

En el ensayo de la India, la incidencia de preeclampsia fue del 3% entre las mujeres que tomaban 500 miligramos de calcio al día y del 3,6% con 1.500 miligramos. La incidencia en Tanzania fue del 3% y del 2,7%, respectivamente.

Los resultados sobre el parto prematuro fueron dispares, agrega la nota. En la India, la incidencia fue del 11,4% entre las mujeres que tomaban 500 miligramos de calcio al día y del 12,8% con 1.500 miligramos, lo que indica un efecto similar de las dos dosis.

En el ensayo de Tanzania, la incidencia de parto prematuro fue del 10,4% y del 9,7%, respectivamente.

Sin embargo, cuando los investigadores combinaron los datos de ambos ensayos vieron que el efecto de la suplementación en dosis bajas “no fue significativamente diferente”, en comparación con “la suplementación en dosis altas”.

El estudio tiene algunas limitaciones, entre ellas que no incluyó, por las directrices éticas, un grupo placebo, lo que impidió realizar más comparaciones entre la administración en dosis altas y bajas y la ausencia de suplementos.

Además, dado que la mayoría de las participantes eran mujeres jóvenes con bajo riesgo de hipertensión crónica, “no está claro hasta qué punto los resultados son generalizables a otras poblaciones de embarazadas”.

EFE