Críticas a campaña sobre bullying

El video fue pensado para la cadena estadounidense VH1 pero, como se filmó en las instalaciones del colegio Lamennais de Montevideo, no pasó inadvertido en Uruguay. Se trata de una campaña para concientizar sobre el bullying o acoso en los centros educativos que, versionando la canción "I will survive" de Gloria Gaynor, advierte que "los nerds de hoy serán los jefes del futuro".

En efecto, durante el videoclip, varios niños víctimas de bully miran a la cámara y prometen venganza, con parlamentos como: "al principio tenía miedo y estaba petrificado. Me golpeaban en la cabeza y exponían mi trasero. Pero pasaré muchas noches preparando mi gran venganza: seré tu jefe, haré que seas mis esclavo".

Así, las víctimas prometen "abusar" de su poder cuando sean gerentes, hacer trabajar a sus empleados día y noche o no aumentarles  el sueldo ni una vez. "Y detrás de un pequeño escritorio  te estarás arrepintiendo. Serás mi mascota, serás mi mascota", termina diciendo uno de los chicos, colgado al mástil de la bandera del liceo.

 La campaña, hecha para VH1 por la agencia de publicidad argentina Del Campo Saatchi & Saatchi, apunta a "concientizar sobre bullying a esos chicos 'cool' que miran el canal", indicaron los creativos de la agencia Maxi Itzkoff y Mariano Serkin, según recoge el portal de la radio El Espectador. Los publicistas aseguran que para "llegar" a los jóvenes "debíamos hacerlo de una forma original, que tenga que ver con la personalidad y la idiosincrasia de la marca, pero sobre todo con códigos con los que los jóvenes  simpaticen".

Para Silvana Giachero, perito forense en bullying y mobbing (acoso laboral) y directora de SG Consultoría, el mensaje que deja el video "es una barbaridad".

En diálogo con Montevideo Portal, Giachero sostuvo que el enfoque que se da al bullying "perpetúa la violencia" y "toma como un chiste un tema tan serio que muchas veces ha terminado en suicidios o asesinatos".

Giachero reconoció que existe una vinculación entre el bullying y el mobbing, es decir,  entre el acoso en el ámbito educativo y el que posteriormente se da en lo laboral: "la víctima de bullying puede seguir siendo hostigada en el trabajo o pasar a ser el hostigador". De todos modos, descartó tajantemente que se puede establecer una "linealidad" entre ser víctima de bullying y victimario de mobbing.

"La mayoría de las veces no se genera un sentimiento de venganza en la víctima. En realidad, los estudios demuestran todo lo contrario: la víctima de bullying generalmente queda con un síndrome de stress postraumático crónico, que debilita muchísimo la personalidad y genera trastornos para toda la vida", explicó.

Según Giachero, el trastorno derivado del bullying "no necesariamente deriva en una personalidad psicopática, que es la que tiene que tener la persona que ejerce acoso laboral". Por ese motivo, considera una "barbaridad" plantear que los abusados de hoy serán los abusadores del mañana.

La experta también cuestionó que la elección de las víctimas que hace el spot, al identificarlas como "nerds". "Lo que hace es estigmatizar a las víctimas, porque está dando un perfil de víctima. Eso va en contra de todo lo que nosotros tratamos de informar y sensibilizar", reclamó, explicando que "el resultado de las investigaciones muestra que no hay un perfil de víctima, a pesar de que hay ciertos rasgos de vulnerabilidad. Cualquiera puede convertirse en víctima, incluso el propio hostigador".

Para Giachero, la visión que se aporta del bullying tiene que ver con que todavía "cuesta muchísimo" que todos los actores involucrados tomen en serio la problemática. La especialista consideró que existe "una negación y una banalización, se toma como que es un problema entre chicos, que es algo necesario y que nos endurece, lo que es una mentira porque en realidad nos debilita y enferma".

En ese sentido, advirtió que las autoridades de muchos centros educativos todavía se niegan a identificar casos de bullying entre sus estudiantes: "muchos dicen 'ah, en mi centro educativo no hay, acá somos todos divinos y no pasa nada'". La postura debería ser la contraria, según la experta: "hay que asumir que en los centros sí sucede, hay que atreverse a medir y  trabajar en el tema".

En efecto, Giachero advirtió que existen algunos rasgos que permiten identificar si se trata de bullying, indicando que "lo característico del bullying es lo repetitivo y sistemático durante un plazo de tiempo". Según explicó, el acoso se manifiesta como un "ensañamiento hacia el chico" que "comienza con la difamación, luego el aislamiento, le hacen el vacío y sigue ridiculizándolo".

Una de las características del bullying es que se genera "un proceso de intimidación en el que los demás se van mimetizando con el hostigador y van haciéndole los mandados al victimario". Así, el entorno se convierte en cómplice del acosador.

Giachero advirtió que lo delicado que puede resultar abordar este tipo de situaciones de forma correcta, ya que "siempre se tiende a mirar a la víctima, a evaluarla y pensar que tiene algo que la hace merecedora del castigo y terminamos formando parte de ese círculo enfermizo que termina con la víctima desertando del colegio o cambiándose, pero ya enferma".

Para la experta, la única forma de tratar efectivamente el stress postraumático producido por el bullying es la "terapia EMDR", definida por la Asociación EMDR Uruguay  como "un moderno tratamiento psicoterapéutico que trata los recuerdos traumáticos que están en la base de los síntomas actuales, procesándolos y llevándolos a una solución adaptativa".

Según la asociación, este tipo de terapia permite abordar "el pasado, el presente y el futuro" permitiendo que en el pasado, por ejemplo, "los recuerdos que causan perturbación se conecten con redes de memoria positivas, resultando en un cambio de perspectiva". En efecto, sus impulsores sostienen que el cambio se logra a nivel neurofisiológico, cuando "redes neuronales que permanecieron sin procesar por haber sido sobrecargadas por eventos traumáticos, contactan con redes neuronales positivas para procesar los recuerdos traumáticos".

La terapia EMDR  es considerada además un "tratamiento rápido" y se estima que el tratamiento necesario para abordar un trauma complejo como un abuso en la infancia, si bien puede llevar un tiempo, es más rápido que otros procedimientos.