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Más confianza

Cómo liberar a las adolescentes de la incomodidad de la sudoración y el mal olor de axilas

La elección del producto adecuado y una correcta aplicación terminan con una problemática que impacta en la autoestima.

30.05.2022 09:00

Lectura: 4'

2022-05-30T09:00:00-03:00
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¿Qué se puede hacer para eliminar la sudoración y el mal olor en las axilas de adolescentes? ¿Qué producto es el mejor para su piel? ¿Desodorante o antitranspirante? ¿Hay alguna manera de que no se manche la ropa?  La dermatóloga Gimena Vidal recibe con frecuencia este tipo de preguntas acerca de cómo combatir la sudoración y el mal olor en adolescentes. Generalmente llegan como un comentario al final de la consulta por parte de los familiares. Las adolescentes allí presentes suelen avergonzarse pero escuchan con mucha atención y luego se involucran, ya que es una problemática que les genera un fuerte impacto en su autoestima.  

En esta etapa de desarrollo en la que se experimentan muchos cambios y en la que suelen tener una intensa rutina de actividades, es una prioridad para ellas el sentirse protegidas y liberarse de esta preocupación.

La dermatóloga les recomienda utilizar antitraspirantes en lugar de desodorantes. “Los antitraspirantes eliminan el olor y (el efecto) se mantiene un tiempo prolongado”, explicó.

Al contener sales de aluminio, los antitranspirantes forman un gel en algunos de los conductos sudoríparos una vez que se comienza a transpirar. Esto reduce la cantidad de transpiración producida por la axila. Las sales de aluminio también bajan el nivel de bacterias en la piel, lo que, junto al perfume, combate el olor. 

En tanto, los desodorantes no contienen aluminio: no reducen la transpiración sino que enmascaran el olor mediante ingredientes como el alcohol y el perfume.

La profesional aconseja utilizar antitranspirantes de la linea Dove, que ofrecen protección contra el sudor y olor por 48 horas. Además cuentan con cuarto de crema humectante  y oleo protector. Se presentan en aerosol, barra y roll-on y su uso está recomendado a partir de los 13 años.

Chau olor y manchas

“Siempre hay que lavarse las axilas antes de ponerse un antitraspirante. Es como una rutina, te lavas la cara y te lavas las axilas. Las secás y luego aplicas el antitranspirante. Contás hasta 20 para dejarlo secar y recién allí te colocás la remera”, les explica la dermatóloga a las adolescentes.

Es común que los antitranspirantes se apliquen con la ropa puesta, y esto puede llevar a que no cumplan su cometido y además manchen la vestimenta. 

“Lo correcto es aplicarlo sin ropa, dejar que seque y luego ponerse la prenda. Ninguno tendría por qué manchar la ropa si se cumple con esto”, explicó Gimena Vidal. 

Los familiares suelen recomendar a los adolescentes que, luego de unas horas en el liceo, vuelvan a aplicar el producto. En ese caso, la dermatóloga advierte que se tienen que tener las axilas limpias. No resulta tan efectivo si quedan restos de la aplicación anterior. 

Es importante no colocar demasiado producto. Si es en aerosol, hay que agitar el producto antes de usar, colocarlo a 15 o 20 centímetros de la axila y aplicar dos segundos en cada axila. Si es en roll-on o barra, son tres pasadas por axila. 

No deben aplicarse sobre la piel irritada o lastimada. 

Es posible utilizarlo sobre la piel recién depilada. Sin embargo, si la piel está excesivamente irritada o lastimada luego de la depilación, no se recomienda usar  hasta que ésta se recupere.

Ante la costumbre de las adolescentes de compartir productos entre sí, la profesional señala que no hay impedimento en el caso de los aerosoles pero que aquellos en barra o roll-on deberían ser usados por una sola persona por razones de higiene, al entrar en contacto directo con la piel. 

Acompañar el desarrollo de la confianza

El compromiso desde Dove es apoyar a los padres para que tengan la seguridad de contar con una opción adecuada para sus hijas y para el cuidado de las axilas. 

A través de campañas y actividades, la marca de cuidado personal promueve un nuevo punto de vista sobre la belleza y acompaña en el desarrollo de la confianza personal y corporal, lo que redunda en el fortalecimiento de la autoestima.