Los científicos de la Universidad de Rotterdam (Holanda), que realizaron la investigación usando ratones, descubrieron que al establecer restricciones de un 30% en la comida que los animales consumían se triplicaba su esperanza de vida y se suprimían numerosos síntomas que aceleran el envejecimiento.

Además, los expertos encontraron que los ratones sujetos a una dieta retenían un 50% más de células nerviosas que aquellos que podían ingerir tanto como quisieran.

El director del estudio, Jan Hoeijmakers, y su equipo, afirmaron que algunas terapias, basadas en los efectos de las restricciones dietéticas, podrían ser usadas para tratar síndromes progeroides, enfermedades genéticas que causan envejecimiento prematuro y neurodegeneración.

Algunos de estos síndromes progeroides están causados por defectos en la maquinaria de reparación del ácido desoxirribonucleico o ADN, lo que conduce a un daño persistente en el mismo y acelera el envejecimiento.

Los investigadores advierten de que todavía está por confirmar si los efectos derivados de establecer limitaciones en la dieta de los ratones se pueden trasladar también a los seres humanos.

EFE