Contenido creado por Gerardo Carrasco
Salud

Las manos en la lata

Alimentos enlatados: consejos para elegir las mejores opciones

Suelen ser más baratos que los frescos y pueden almacenarse mucho tiempo, por lo que siempre conviene contar con algunos.

07.12.2018 13:59

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2018-12-07T13:59:00-03:00
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Con tanto énfasis en los alimentos frescos que van directamente de la granja a la mesa, es fácil pasar por alto el valor de los artículos enlatados. Se trata de alternativas cómodas, con frecuencia más baratas, a los productos frescos o congelados.

Len Canter, reportero especializado en asunto de salud, recopiló lo siguientes consejos en un artículo publicado en HealthDay News, y que pueden ayudar a elegir bien en la góndola de las latitas.

Al hacer la compra, busque latas que estén en buenas condiciones. No compre ni guarde latas que estén abolladas, oxidadas o infladas.. Busque la fecha de vencimiento o la de "consumir preferentemente antes de" para obtener la mejor calidad.

Los alimentos enlatados son seguros de forma indefinida siempre y cuando no se expongan a temperaturas de congelación ni por encima de los 32 ºC. Pero los alimentos muy ácidos, como los tomates y las frutas, saben mejor si se consumen en un plazo de 12 a 18 meses.

Dado que duran tanto, puede hacer acopio cuando sus favoritos estén de oferta, sobre todo los artículos que ahorran tiempo, como los guisantes en lata, que están listos para ser utilizados. Pero asegúrese de comprarlos cocidos solos, sin azúcar añadido ni otros ingredientes, como es el caso de los que vienen con salsa.

Debe tener cuidado con lo siguiente

Vigile la sal. La sal, o sodio, con frecuencia se usa como conservante, pero puede comprar variedades con sodio reducido o sin sal. Compare el contenido de sodio de las distintas marcas en las etiquetas de nutrición y elija los alimentos con el contenido más bajo. También puede colar y enjuagar la comida enlatada para reducir la sal.

Vigile el azúcar. De nuevo, lea la lista de ingredientes y evite los alimentos con azúcar añadido. Compare el contenido de azúcar de las distintas marcas en las etiquetas de nutrición y elija los alimentos con el contenido más bajo. Cuando compre fruta enlatada, busque productos que estén enlatados en agua o en su propio jugo. Si no tiene otra opción, cuele y enjuague cualquier alimento enlatado en almíbar.

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