Contenido creado por Gerardo Carrasco
Salud

Lactancia diversa

“Los papás trans también amamantamos”: la experiencia de Rubén expone un vacío

En su momento fue etiquetado como “el primer embarazado”, pero en realidad fue el primero en contarlo de forma abierta.

11.08.2022 13:26

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2022-08-11T13:26:00-03:00
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“Soy Rubén Castro, tengo 29 años, soy de Madrid, vivo en Madrid y soy una persona transmasculina no binaria. Mis pronombres son masculinos o neutros y soy papá gestante de una criatura que hoy tiene quince meses. Formo una familia monoparental y llevo a cabo una crianza sin género asignado”.

Con estas palabras se describe quien hace unos años fue noticia en los medios de su país como “el primer hombre embarazado”. En realidad no lo fue, pero sí tiene el mérito de ser el primero en contarlo de manera pública, con el fin de hacer visible una situación a menudo oculta.

Recientemente, Rubén dialogó con la agencia noticiosa Télam acerca de su experiencia de lactancia, un proceso de ocho meses que no fue sencillo y en el que se topó con varias lagunas de información.

Por ello, y como un papá trans gestante, subraya la importancia de visibilizar otras identidades, ya que los contextos son distintos y desde el sistema de salud no hay formación.

Cuando comenzó a amamantar, Rubén se encontró de inmediato con dificultades. “La leche no salía y había bastante dolor y grietas. En el hospital privado no sabían asesorarme, me dieron una crema y ya”, cuenta, detallando que nadie lo evaluó ni le aconsejó sobre temas como el agarre o el estado del frenillo de la criatura.

Finalmente, y gracias al seguimiento a distancia de una especialista radicada en Barcelona, Rubén logró dar la leche a Luar. “Me fue guiando, me indicó medicación para aumentar la producción de leche, etcétera, y leche de formula también”. De ese modo, y con diferentes técnicas que le fueron indicadas, logró superar los escollos.

“Es importante visibilizar que otras identidades también damos la teta, porque surgen necesidades específicas que los profesionales deben conocer para poder acompañar, guiar; estás un poco desmamparado ante esto, porque te surgen dudas con temas como la hormonación en la lactancia. No hay estudios ni personal sanitario que sepa, vas a un poco a ciegas y a veces parece que somos un poco como conejillos de indias”, lamenta.

A fines de julio, Rubén participó del Primer encuentro para charlar sobre Gestaciones, Nacimientos y Lactancias Disidentes, que reunió experiencias y referentes de todo el mundo y donde fue uno de los principales oradores.

Una de las conclusiones a las que arribó tras el encuentro es que “las personas que se salen de la norma no tienen lugares a los cuales acudir para recibir asesoramiento y acompañamiento en cuanto a la lactancia, la gestación y la reproducción en general”. Sin embargo, reconoció que eso varía según los países y sociedades. “Por ejemplo, en México es más complicado [...], en algunos lugres la visibilidad no es tan fácil”. Esta situación, entiende, puede cambiar si se da a conocer.

“Ante la falta de personas que demanden esos servicios, no se mueve nada, la gente no forma ni se informa. En España, el movimiento activista es bastante fuerte, vamos abriendo puertas y se han aprobado leyes que de alguna forma nos respaldan, pero en otros sitios no ocurre”.

Conforme con su cuerpo

En su identidad de hombre transgénero, Rubén nunca sintió que había nacido en el “cuerpo equivocado”.

“El deseo de gestar ha sido tan potente que siempre me he sentido muy agradecido de tener este cuerpo que me iba a permitir hacerlo. Yo siempre pensaba ‘si hubiera sido un hombre cis (cuando el género sí coincide con el asignado al nacer), no podría haber gestado, parido ni amamantado’. Entonces, para mí, más que un problema era un alivio”, explica en declaraciones a Infobae.

Tras concebir mediante inseminación artificial de sus propios óvulos —con dos intentos fallidos antes de conseguir el éxito—, Rubén logró amamantar a Luar y ahora sí se plantea la idea de extirparse las mamas.

“Es que antes yo conservaba mis pechos porque quería amamantar, tenía eso tan claro que fue fácil aguantar. Terminada la lactancia natural, es una parte de mi cuerpo que no me agrada y que ya no tiene una función a futuro”, dice.