Contenido creado por Gerardo Carrasco
Salud

Al alza

¿Es bueno o malo? Perplejidad científica por notorio aumento de longitud del pene

Los investigadores comprobaron que el tamaño promedio del pene erecto aumentó 24% en tres décadas.

15.02.2023 14:58

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2023-02-15T14:58:00-03:00
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De acuerdo con las tendencias en los datos de salud reproductiva masculina, la calidad del esperma y los niveles de testosterona han disminuido en las últimas décadas, algo que hizo sonar las alarmas para Michael Eisenberg, profesor de urología en Stanford Medicine. ¿Deberíamos preocuparnos por otras diferencias en la salud reproductiva de los hombres?, se pregunto el profesional. Suponiendo que podía haber más por descubrir al respecto, Eisenberg se dispuso a determinar si la anatomía física había cambiado.

En un estudio publicado el 14 de febrero en The World Journal of Men’s Health, Eisenberg y sus colegas compilaron datos de 75 estudios, realizados entre 1942 y 2021, con registros sobre la longitud del pene de 55.761 hombres. El equipo descubrió que la longitud promedio del pene erecto aumentó un 24% durante 29 años, una tendencia que observaron en todo el mundo.

Eisenberg dijo que el aumento podría ser otro indicador de que las exposiciones ambientales, como los contaminantes ambientales o el aumento de los estilos de vida sedentarios, están provocando cambios relacionados con la reproducción.

El profesional señaló que entre los cometidos de su trabajo está el determinar las implicaciones potenciales de los hallazgos para la salud de los hombres, así como las nuevas oportunidades para investigar el impacto de los factores ambientales externos en la salud humana.

“Muchos estudios han analizado ampliamente los cambios en la salud reproductiva de los hombres. Por ejemplo, el conteo de espermatozoides y los niveles de testosterona han disminuido durante mucho tiempo. También hay tasas más altas de defectos de nacimiento congénitos masculinos, como hipospadias, donde la abertura de la uretra no está en la punta del pene, y criptorquidia, donde los testículos no descienden adecuadamente. Otra medida que hemos visto reportada en algunas investigaciones sobre la salud de los hombres es la longitud del pene, y nadie le ha dado una mirada sistemática a eso”, expuso el científico.

“Dadas las tendencias que habíamos visto en otras medidas de la salud reproductiva de los hombres, pensamos que podría haber una disminución en la longitud del pene debido a las mismas exposiciones ambientales. Realizamos un metanálisis en el que examinamos todos los informes, según nuestro conocimiento, sobre la longitud del pene. Observamos la longitud flácida, estirada y erecta, y creamos una gran base de datos de medidas. Lo que encontramos fue bastante diferente de las tendencias en otras áreas de la fertilidad y la salud masculina. La longitud del pene erecto se está alargando, de un promedio de 4,8 pulgadas [12,192 cm] a 6 pulgadas [15,24 cm], en los últimos 29 años”, resumió.

Eisenberg destacó que este aumento de tamaño se produjo en un período relativamente corto. “Cualquier cambio general en el desarrollo es preocupante, porque nuestro sistema reproductivo es una de las piezas más importantes de la biología humana. Si estamos viendo un cambio tan rápido, significa que algo poderoso le está sucediendo a nuestro cuerpo. Debemos tratar de confirmar estos hallazgos y, si se confirman, debemos determinar la causa de estos cambios”, señaló.

Para el profesional, una serie de factores podrían incidir de forma combinada en ese cambio, como la exposición a productos químicos, tales como pesticidas o productos de higiene, que interactúan con nuestros sistemas hormonales. “Estas sustancias químicas disruptivas endocrinas (hay muchas) existen en nuestro entorno y en nuestra dieta. A medida que cambiamos la constitución de nuestro cuerpo, eso también afecta nuestro entorno hormonal. La exposición a sustancias químicas también se ha postulado como una causa de que los niños y las niñas entren antes en la pubertad, lo que puede afectar el desarrollo genital”, manifestó.

Ahora, el próximo gran paso es observar otras poblaciones de pacientes, como la población pediátrica, para ver si hay cambios similares. “Así como medimos la altura y el peso todos los años en los EE. UU., esto es algo más que podríamos medir de manera sistemática, porque puede convertirse en un indicador temprano de los cambios en el desarrollo humano”, adelantó.

“Además, si hay datos sobre factores de estilo de vida o exposiciones ambientales, podríamos tratar de entender por qué puede estar sucediendo esto. Por último, creo que es importante preguntar si se están produciendo cambios similares en los órganos reproductivos de las mujeres”, concluyó.