“Comer tiene que ser compartido y placentero”: con la nutricionista Daniela Lopilato

"Al principio sí, pero ya no", responde Daniela Lopilato cuando se le pregunta si alguna vez la "culparon" de ir a remolque de la fama de su hermana Luisana. Integrante de una familia de actores -su hermano Darío también lo es- Daniela ha sabido ganarse también sus aplausos en escena, especialmente en el teatro. Sin embargo, su profesión de nutricionista discurre al margen de la actuación. "Preferí hacer el camino largo y me gané el lugar", asegura. Hoy a nadie se le ocurre ya presentarla como la "hermana de".

Graduada por la Universidad Maimónides y con varios posgrados en su haber, Daniela subió al olimpo de "las nutri" de manera un tanto inesperada para ella misma: gracias a su cuenta de Instagram, que comenzó como un perfil personal donde publicar imágenes de la vida cotidiana, y luego se convirtió en un atractivo muestrario de sanas delicias gastronómicas y consejos de alimentación. Amante de la cocina, asegura que no pude concebir la idea de una nutricionista que no meta -literalmente- las manos en la masa.

Miren que rico esto por favor!!! La idea la saqué de un programa de cocina de EEUU y solo modifiqué algunos ingredientes de la receta original para reducir calorías! ... Las Pechugas de Pollo las corte al medio tipo mariposa y después las condimente y las golpee como ven en el video para que se hagan mas finitas. En cuanto a los quesos use sus versiones light para cuidar el aporte total de grasas saturadas (200g de queso en hebras y 2 cdas de queso untable). El brócoli es mejor usarlo crudo, yo lo use cocido porque tenía un paquete congelado en el Freezer. Cebolla en escamas 2 cdas grandes. Pueden usar cebolla fresca si quieren o cebolla en polvo. Cuando van a colocar el pollo condimentado no se olviden de engrasar la budinera con spray vegetal. Lleva alrededor de 20 minutos de horno! Prueben de hacerlo y las primeras 5 personas q manden la foto por privado tienen premio !!! Pero antes, además de darle like al post y seguirme hagan un comentario en mayúscula avisándome de que ya lo hicieron etiquetando a 2 amigos. Las 2 primeras fotos ganan una consulta conmigo sin cargo, el resto maquinitas para hacer Fideos de vegetales (como hice con los zucchini), y productos alimenticios. Suerte!!!! ??Gracias a @gq_gastonquieto que me ayudo a editar ????

Una publicación compartida de Dani Lopilato (@daniela_lopilato) el 25 Feb, 2018 a las 8:17 PST

Al momento de redactarse la presente, Daniela se encuentra en nuestro país presentando su libro Comer es un placer saludable, que se publicó en mayo en Argentina y de inmediato trepó a los primeros lugares de las listas de venta. Café de por medio, dialogó con Montevideo Portal acerca de los mitos y falsas dificultades que en ocasiones nos alejan de una buena alimentación, y sobre cómo debe ser esta.

"Quise lograr un libro que fuera sencillo y práctico de leer, que no estuviera en palabras difíciles y fuera al punto, sin vueltas", explica acerca de la naturaleza de su primer libro. Para la autora, un volumen que ofrezca información de calidad presentada de manera accesible es de suma importancia en tiempos en que circulan demasiados datos sin contrastar. Pero aún para la persona que posee los conocimientos necesarios, el desafío continúa: "incorporar lo aprendido, aplicarlo y sostenerlo en el tiempo".

Como buena nutricionista, Daniela descree de las dietas "a término" y aboga por adoptar unos hábitos alimenticios permanentes, pero -he aquí la clave- que no constituyan una tortura ni una privación permanentes. "Disfrútenlo pero aprendan a comer mejor, porque realmente comer es un placer saludable. Es real, y mi propósito es enseñar, darle al lector todas las herramientas para que lo consiga", explica.

"No hay alimentos malos o buenos, que engordan más o menos, el problema son los excesos. Yo me puedo comer un par de facturas, o como le dicen acá, bizcochos. Pero no lo puedo hacer todos los días, por la calidad nutricional que tienen. Si yo cambio a diario las tostadas del desayuno por bizcochos, incorporo ácidos grasas saturados que son perjudiciales para la salud", ejemplifica.

Asimismo, recomienda "evitar el picoteo", y si llegó el momento de darse un gusto con algún alimento quizá no del todo saludable, más vale "comerse una porción como es debido y hacerlo sin culpa". Siempre, claro está, sin excederse en la cantidad ni repetir ese "gustito" a cada rato.

Perdidos en el supermercado

Pese a la "invasión" de snacks, comida rápida y otros comistrajos, Daniela entiende que la comida saludable está disponible y en forma variada, en parte porque "lo saludable se puso de moda", aunque esa moda en ocasiones lleve por rumbos equivocados. En su libro, la autora dedica no poco esfuerzo a poner en claro mitos como el presunto carácter milagroso de productos como el aceite de coco, o analizar si vale la pena complicarse la vida y el bolsillo con cosas tales como la denominada leche de almendras. "Yo en la cartera tengo de todo: frutos secos, banana manzana, etc", cuenta, ejemplificando que se puede disponer de colaciones baratas, sencillas y al alcance de la mano, sin caer en el consumo de bolsitas de contenido dudoso.

Hablando en plata

"También es cuestión de ubicarse en la realidad. Hoy por hoy cómo está todo en la Argentina, tengo que ser un nutricionista consciente de la realidad social que vivimos", explica. Minutos antes de la presente entrevista, el presidente argentino Mauricio Macri había anunciado nuevos impuestos y una reforma de su gabinete.

Yo no le puedo decir al paciente ‘andá a comprar tal o cual producto porque tiene determinadas propiedades' y resulta que es carísimo". En cambio, sí puede aconsejar otras decisiones que no siempre pasan por un mayor gasto. "Por ejemplo, usar los aceites en crudo, no exponerlos al calor porque pierden los ácidos grasos".

Con los pies en la tierra, admite que comer sano puede resultar más caro, aunque no necesariamente. "La clave está en ser inteligente en las compras", afirma. Y recuerda que en el libro hay un capítulo dedicado a ese sensible tema.

"Otra cosa importante: no tiro nada, con todo lo que me sobra hago algo. Las tartas las hago con una sola tapa, así la segunda la puedo usar para otra cosa", describe.

"Yo soy una ‘nutri' que cocina, y no concibo una ‘nutri' que no sepa cocinar, no debería existir", afirma. Esta experiencia "sobre el terreno" le permite transmitir a su lectores y pacientes una premisa clara "yo cocino con lo que tengo en la heladera, y si me falta algo lo resuelvo en una escapada rápida al supermercadito de la esquina. Tiene que ser sencillo, práctico, aplicable tanto un papá separado que está con los chicos el finde y le toca hacer la comida, o a una persona soltera a la que no le gusta o no sabe cocinar, o a una mamá que llega a casa cansada de trabajar y no tiene muchas ganas", enumera. Esos lectores potenciales que piden "resolveme desde lo práctico, y decime qué puedo hacer, con pocos ingredientes y que sea nutritivo. A eso apunté y la verdad que lo logré, porque era lo que quería trasmitir", dice.

"Es muy importante el lenguaje: los ‘Lopi tips' bien claros. Quise hacer algo dinámico, con mucho enganche visual, gráficos claros, recetas. Sabía que si lograba eso al libro le iba a ir muy bien", asegura. De hecho, la diagramación del libro juega a favor de su lectura, ya que permite un abordaje fácil por parte del lector, que puede optar por una lectura convencional -de principio a fin- o dirigirse a los capítulos que le resulten de mayor interés.

Un fruto doloroso

Cuando desde la editorial le llegó la propuesta de escribir y publicar el libro "estaba en un momento en que no tenía la cabeza para nada", recuerda. Su pequeño sobrino Noah, hijo de Luisana Lopilato y el cantante canadiense Michael Bublé, había enfermado de cáncer. El niño se sobrepuso felizmente a la dolencia, pero durante varios meses toda la familia no tuvo ojos para otra cosa. Superado ese problema, fue la salud de la propia Daniela la que se resintió.

"Me agarré una hernia de disco muy dolorosa y engordé cuatro quilos, era una nutria", recuerda. Sin embargo, ya estaba lanzada a escribir el libro y había plazos a cumplir. "Si me pongo algo en la cabeza quiero hacerlo bien. Lo termino, pero antes me ocupo y me preocupo de que esté bien hecho". Así las cosas, el complejo trabajo de redacción y las numerosas correcciones y ajustes, se dieron en un contexto de sufrimiento "Me arrastraba de dolor, a veces leo pasajes del libro y me vienen los recuerdos de cómo me dolía".

En esa aciaga temporada, permanecer sentada era un verdadero martirio. "Caminaba sin parar por toda la casa", recuerda. Sólo podía sentarse a escribir en los intervalos de relativo alivio que le brindaban los calmantes.

No es cuestión de tiempo

El acelerado ritmo al que a veces no somete la vida moderna hace que algunos aleguen falta de tiempo para elaborar o siquiera consumir alimentos saludables. Sin embargo, hay alternativas y en el libro de Daniela se da cuenta de ellas. Con receta y todo.

"Hay muchas opciones con alimentos saludables y que no son tan costosos. Por ejemplo. Si no te pudiste comprar carne porque estaba cara, que tienen proteínas de alto valor, son completos y podés hacer algo muy rico y sano, que ni te imaginabas y que no lleva horas de preparación: no sólo se trata de hacer omelettes", sentencia.

Otra opción interesante es tener los "básicos" ya preparados. "Si hervís huevos, preparás arroz y los tenés en la heladera, en ese momento en que no querés complicarte, basta con abrir una lata de atún y ya tenés algo casi listo".

Los gustos en vida

"No se trata de comer menos, sino de comer mejor. El día que salís con tus amigos y hay pizza con cerveza, no te prives, comé tres pedazos de pizza, disfrutalo y listo, y al día siguiente nos cuidamos tranquilos". detalla. "Las comidas con muchas grasas e hidratos dejalos para el momento de compartir, de las salidas con amigos o la familia".

"Comer tiene que ser compartido y placentero. La comida es un acto social que lo atraviesa todo: comes cuando te casás, cuando te separás, cuando estas triste, cuando estás contento, etc. Por eso puede y tiene que ser un placer saludable. Cuidate cuando te tenés que cuidar, en la rutina de todos los días, y cuando hay que disfrutar, disfrutalo", concluye.