Murió el antropólogo José María Montero, famoso por haber participado en la expedición Acalí, que partió desde las Islas Canarias a la isla de Conzumel. Montero Fue enterrado este viernes en el Cementerio Central.

El antropólogo trabajó en México y España y realizó varias expediciones por la selva de la Amazonia, en la década del sesenta, particularmente en la triple frontera de Perú, Brasil y Colombia.

Su travesía más recordada es la de Acalí, una balsa que salió desde África a América con una tripulación integrada, además de Montero, por una sueca, una francesa, una israelí, una argelina, una norteamericana blanca y una negra, un sacerdote católico angoleño, un griego, un japonés y el español Santiago Genovés, con el objetivo de estudiar el comportamiento humano en situaciones extremas.

”La vida que he hecho me parece bastante normal (se ríe). (Desde el Amazonia) Regresé a Montevideo, me reintegré a mi trabajo en el Museo Precolombino y poco después me fui a México a estudiar Antropología. Me casé y me recibí en 1968. Fuimos a Estados Unidos dos años y cuando quisimos volver, las cosas acá se habían puesto ya muy feas y decidimos viajar a Europa aprovechando los ahorros. Estuvimos muchos meses recorriendo toda Europa. Luego cruzamos a Africa. Pasamos por Argelia, Marruecos, bajamos por el desierto, volvimos a subir hasta Túnez, hasta compartimos un campamento de tuaregs. Y como por allí no había pastillas anticonceptivas, mi mujer quedó embarazada y volvimos a España en 1971. Un año y medio y con el precio de la camioneta incluido gastamos dos mil dólares. En España gané dos becas, mi amigo Leandro Silva Delgado me consiguió trabajo y allí me quedé. Luego mi mujer y yo nos separamos y me fui a vivir a Baleares. Fue allí que buceando como aficionado encontré esa ánfora romana enterrada”, señaló en una entrevista realizada por Cesar Di Candia para el diario El País, en octubre de 2004.