"Sí, claro. Cuando tenía seis años", comenzó a contar Zulma Faiad el episodio que vivió de niña, cuando sus padres salieron al cine. "Me acuerdo que mi vieja y mi papá fueron al cine y me dejaron con un amigo de mi abuelo, y yo con la edad que tenía ya me di cuenta de que era un asqueroso".
"Me manoseó y me mostró lo que tenía ahí. Yo empecé a gritar, a decirle que le iba a contar a mi papá lo que me había mostrado", agregó. "Él se quedó y cuando llegaron papá y mamá se fue rajando. Yo lo primero que hice fue contarles a mis padres", siguió.
"Era un viejo degenerado; él desapareció porque mi padre le pegó, lo fue a buscar y nunca más entró en la familia. Era un paisano del abuelo, que venían de Siria", contó.
"Vinieron mi mamá y mi papá, les conté, papá lo agarró a trompadas, desapareció de la familia y de la amistad con mi abuelo, y mi mamá al otro día me llevó al médico para ver qué me había hecho, hasta qué punto", dijo según el relato que recoge Diario Popular.
: "Yo lo superé y no tuve ningún problema con mi virginidad, con mis relaciones sexuales, porque era una nena que tenía relación con mis padres y hablaba todo".
Y finalmente deslizó: "Yo en mi vida siempre acciono ante lo que me doy cuenta que no está bien. Llámalo intuición, madurar antes de tiempo, tener comunicaciones profundas con mis padres, ser una nena madura para la edad que tenía, ponele el nombre que quieras. Yo viajaba sola al centro, a los 8 años, me manejaba sola, y cuando sucedía algo incorrecto lo decía. Me han pasado cosas como les pasan a todos los chicos".
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