Vicky: "los pilotos me preguntaron por mi cola y quisieron sentarme con ellos"

Victoria Xipolitakis visitó el programa de Jorge Rial y dio detalles de todo lo que no se vio en sus videos con los pilotos.

Según dijo, viajar en la cabina del vuelo Austral desde Buenos Aires hasta Rosario le pareció algo "normal y natural".

"Quería que se viera, porque me pareció una genialidad haber sido piloto", explicó la griega en alusión a la publicación del video, y cuestionó: "¿A quién no le gustaría estar adentro de una cabina?".

En relación a las repercusiones, dijo:"Sabía que algo podía comentarse. Pero nunca imaginé esta catástrofe que estoy viviendo". "Mi vida es como un reality", reflexionó la vedette.

Tras denunciar a los pilotos por supuesto acoso sexual y tras mediatizar el tema al punto tal de hacer diferentes producciones donde se la veía deprimida y con ganas de ser perdonada por el papa Francisco, pidió perdón a los pasajeros:

"Le pido perdón a todos... a ellos (los pilotos) no les puedo pedir perdón, me hicieron mucho daño. Me invitaron ellos. Entré y cerraron la puerta de la cabina", explicó.

"Me empiezan a grabar y sacar fotos. Nunca hice una cámara oculta, ellos me grababan y yo a ellos. Hoy entiendo que fue una locura. Mi vida estuvo en peligro. Nunca me dijeron que no podía grabar, nunca fue nada con maldad, nunca fue nada con mala intención. Me dijeron que lo borre o que pida plata", agregó Victoria.

Vicky explicó el momento en el que se enteró de la divulgación del video: "Estoy haciendo zapping para ver Disney Jr., que es lo único que veo, y en una de esas paso por un debate de TN, y uno de los chicos me dice: '¡Mirá, ese es el del video!'".

La griega fue más allá de lo que se vio en el video, y dio detalles de la situación que vivió en la cabina. "Pasaron cosas que me llamaron la atención, pero como estaba entre dos profesionales me asombraba pero me quedaba tranquila", dijo Vicky. Según dijo, los pilotos sacaron un whisky y le preguntaron sobre su cuerpo y sobre temas vinculados con sexo anal.

"En un momento el piloto quiso que me siente en su asiento, en pleno vuelo", confesó la vedette, y agregó que le pareció que sentarse ahí podía ser "una catástrofe" porque ella es "muy torpe". En este sentido, dijo que las azafatas le habían traído un té con leche que se le cayó encima de unos interruptores de la cabina.

"En el vuelo nunca tomé conciencia de lo que pasaba, porque me parecía que estaba todo bien", advierte la griega.

"Hubo un montón de cosas que no vi, porque para mí siempre está todo bien, con mi ingenuidad. Hoy me doy cuenta que fue una locura, que había un montón de gente en riesgo", confiesa.

Aunque sabe que estuvo mal, no pretende darle sus disculpas a los pilotos: "No le puedo pedir perdón a una gente que me hizo tanto daño. Yo estaba confiada en ellos",disparó.

"Viajo a Paraguay a ver al papa porque necesito paz", concluyó la rubia.