Versiones indicarían que Suar habría sido infiel el día de su casamiento con Araceli

El reciente quiebre emocional de Araceli González en La noche de Mirtha volvió a poner bajo la lupa una historia del pasado que, según versiones periodísticas, habría estado marcada por una infidelidad en uno de los momentos más importantes de su vida: el día de su casamiento con Adrián Suar.

La actriz se mostró visiblemente conmovida al referirse a su vínculo actual con el productor, padre de su hijo Tomás, y dejó en claro que hoy existe una distancia imposible de disimular. “No me llevo con él. No por una elección mía”, expresó con sinceridad frente a Mirtha Legrand, aclarando que no se trata de un conflicto reciente, sino de una relación que nunca logró recomponerse tras la separación. “A veces no se puede”, resumió.

El momento más fuerte llegó cuando Araceli rompió en llanto al hablar desde lo más íntimo. “Es un hombre que amé con toda mi alma y tuve que soltar”, dijo, dejando al descubierto que, pese al paso del tiempo, hay heridas que siguen abiertas y un proceso emocional que le llevó años atravesar.

A partir de ese testimonio, Marcela Tauro aportó una versión que reavivó viejos rumores. Según la periodista, durante años circuló como un “secreto a voces” que Suar le habría sido infiel a González, incluso el mismo día de su boda, en 1997. Tauro apuntó a una actriz y aseguró que no se habría tratado de un hecho aislado, sino de una serie de engaños que marcaron la relación.

“Ella ya sospechaba, lo vigilaba, le revisaba todo. Suar era bravísimo en esos años”, sostuvo Tauro, describiendo un vínculo atravesado por la desconfianza, en pleno ascenso del productor como una de las figuras más poderosas de la televisión argentina gracias a Pol-Ka. Mientras públicamente se mostraba una boda de cuento, puertas adentro —según estas versiones— ya se vivían momentos de tensión y dolor.

Sobre por qué Araceli sigue hablando del tema tantos años después, la periodista fue tajante: “Ella no termina de hablar por el hijo”. Una frase que explica por qué, cada vez que la actriz se enfrenta a ese pasado frente a cámara, el recuerdo de la traición vuelve a emerger con fuerza, incluso décadas después.