El actor y director Thomas Gibson, conocido mundialmente por su papel como Aaron Hotchner en la serie Mentes criminales, retomó sus orígenes en el teatro luego de varios años alejado del foco mediático. A sus 62 años, Gibson protagoniza la obra El espectro de Ibsen, en la que interpreta a Wolf, un marinero con un pasado enigmático que busca conquistar a la viuda del protagonista de la historia.
En una reciente entrevista, el actor explicó que no abandonó completamente la televisión, pero que el teatro representa un amor de toda la vida: “Me preguntaba si aún sabría qué hacer si me tocaba hacer una obra y quería disipar cualquier miedo irracional a no saber qué hacer”.
La obra también cuenta con Charles Busch, con quien Gibson ya había trabajado en el film Psycho Beach Party. El actor expresó cierto arrepentimiento por no haber hecho más teatro en su carrera, a pesar de su reconocida trayectoria televisiva que incluye títulos como Chicago Hope, Dharma & Greg y Dos hombres y medio.
Un pasado conflictivo
El regreso de Gibson al escenario ocurre años después de haber sido despedido de Mentes criminales tras tres incidentes graves en el set. El primero fue un empujón al asistente de dirección, el segundo, una sanción por conducir bajo los efectos del alcohol, y el tercero —el más escandaloso— fue una patada al guionista y productor ejecutivo de la serie, Virgil Williams, durante una discusión.
Tras este último incidente, ABC Studios y CBS Television Studios anunciaron su despido inmediato mediante un comunicado: “Thomas Gibson ha sido despedido de Mentes criminales. Los detalles creativos de cómo se abordará la salida del personaje se anunciarán más adelante”.
Desde entonces, el actor mantuvo un perfil bajo y, si bien nunca abandonó la actuación, fue en el teatro donde encontró una nueva oportunidad para reconectar con su vocación artística.
Un regreso con propósito
La elección de volver al teatro no parece casual: representa un reencuentro con sus raíces escénicas y una forma de reconducir su carrera tras los conflictos del pasado. En sus propias palabras, la experiencia lo ayudó a “reconectar con lo esencial” y a probarse a sí mismo que aún conserva el talento para interpretar en vivo.
Con El espectro de Ibsen, Thomas Gibson no solo vuelve a actuar sobre las tablas, sino que también busca rehabilitar su imagen y mostrar una versión más madura y comprometida de sí mismo, alejada de los escándalos que lo marcaron en su etapa más televisiva.
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