La actriz estadounidense Sigourney Weaver, que participa como una de las principales protagonistas de la saga de películas Avatar, confesó en una entrevista al medio Vanity Fair que la primera vez que vio el guion de la película pensó: “Esto es imposible”.

Weaver afirmó en la entrevista que: “Debo admitir que nunca imaginé que Avatar sería algo así, un viaje alucinante, gigantesco. De hecho, yo no creo que esta trilogía sea ciencia ficción, me parece un nombre estúpido para lo que contamos. Creo que son películas de aventuras que suceden en el futuro, en otros mundos, pero que hablan de algo tan complejo como el hecho de ser humano y cómo podemos conservar esa humanidad en lugares en los que todo es nuevo y desconocido, un problema que parece casi imposible resolver”.

La actriz también habló sobre el director de Avatar, James Cameron, y fue consultada sobre qué es lo que lo motiva, a lo que Weaver respondió: “Te diré algo que no le interesa: el dinero. Su deseo siempre viene de una necesidad muy apasionante que tiene que ver con avanzar, con movernos más allá de lo que pensamos que es posible, buscar el límite. Le gusta experimentar, pero no como un juego, sino de un modo profundo, y nunca escoge sujetos fáciles”.

Finalmente, dejó un consejo para las nuevas generaciones de actores: “Cuando salí de la escuela de drama, estaba muy desanimada. Básicamente me habían dicho que lo dejara correr y me dedicara a otra cosa. Así que, cuando empecé, no tenía ningún tipo de confianza en mí misma, simplemente lo hacía y punto. Por eso, la lección que creo que todos debemos aprender es que esa inseguridad forma parte del proceso de la interpretación, de lo que significa llegar a dedicarte a esta profesión. Con el tiempo aprendes a hacer las paces con esa inseguridad que te acompaña a todas partes, o al menos así fue en mi caso”.

La actriz estrenará el 19 de diciembre Avatar: Fuego y ceniza, la tercera entrega de la saga de James Cameron.

Vanity Fair sostiene que, a diferencia de lo ocurrido con las dos primeras entregas cuando diversos analistas anticipaban posibles fracasos comerciales—, en esta ocasión prevalece un consenso generalizado: las proyecciones indican que el nuevo estreno volverá para dominar la taquilla y podría consolidarse como la superproducción más relevante del año.