Samantha Farjat a 16 años del Caso Cóppola

Samantha Farjat se hizo famosa por ser una de las "chicas Coppola", que saltaron a la fama en medio de un escándalo de drogas que rodeaba al ex representante de Diego Armando Maradona.

Fue hace dieciséis años. "Y en el medio pasó de todo: crecí, me casé, tuve una hija que hoy tiene once años", cuenta al ser entrevistada por la revista Noticias. Hasta tuvo un tema de Machito Ponce.

"Sí, hoy lo tengo de amigo en Facebook. Igual, si bien de esa época me acuerdo todo, hay cosas que prefiero no recordar. Yo soy una mujer que va para adelante. Todas las experiencias que tuve me sirvieron para algo".

Algo recordó. "Yo era chica. Tenía 19 años y en ese momento no eran como las de ahora, que las ves actuando en teatro o son vedettes. Era otra cosa. Yo veo los quilombos que hay en la televisión hoy y me siento Heidi".

"Fue todo muy loco, tal vez porque los personajes eran todos muy especiales. Y, además, yo no medía lo que decía. Hablaba como si estuviera en el living de mi casa. Capaz que decía 'cerrá el orto' y había un millón de personas mirando".

Contó que por la calle "la gente me paraba, se sacaba fotos, quería que yo le firmara algo... Hasta Diego (Maradona) me dijo que le pusiera 'con cariño...'. Y si no lo hacía, quedaba como una creída".

No fueron todas buenas, hay un recordado video en el que le tiran con huevos. "Eso fue en Mar del Plata. Si mal no recuerdo, fue en la Cámara de Apelaciones, y un periodista gracioso trató de tener una nota con eso. Pero se aclaró todo y terminó pidiendo disculpas. Hasta los periodistas estaban muy cebados y todo el tiempo era 'dame más, dame más'".

"Fueron dos años intensos, de ir a todos los programas. Hubo dos etapas: la primera fue el marco judicial, ir a contar mi verdad e ir a sacarle la máscara a un juez federal, a un secretario y a dos policías que hacían cosas que no tenían que hacer".

¿Y la segunda? "Se fue armando cuando ya todo estuvo más o menos aclararo, y te seguían llamando y convocando para que fueras. Se cobraba, y mucha plata. Entre Chiche (Gelblung) y Mauro (Viale) había una puja, a ver quién te agarraba primero".

"Chiche te mandaba todo el día al spa de un hotel, te tenía entretenida: que peluquería, que masajes, no tenías ganas de ir a ningún lado más. Mauro tenía dos productores que te volvían loca. A las siete de la mañana el teléfono no paraba de sonar y a las nueve ya te mandaban en remís".