La familia de Michael Jackson atraviesa un juicio con AEG, la empresa encargada de promocionar al cantante, en el que se exige una demanda por los daños fatales causados.

A entender de la defensa de su madre y sus hijos, Jackson murió por el afán de sus promotores de hacer dinero, sin importar lo que le sucediera, afirma The Sun.

En correos electrónicos que habían salido a la luz tiempo atrás, dos de los altos mandos de AEG habían hablado sobre la situación del rey del pop, que sentía "miedo a la muerte".

Para el abogado de la familia de Jackson, AEG sabía que él estaba bebiendo seis botellas de vino por día y que el día en que anunció su última gira estaba paralítico, pero que por la presión de sus competidores se siguió avanzando.

"No había reglas. No importaba lo que pasaba. No les importaba quien salía perdiendo. Olvídense de darle ayuda a Jackson", afirmó.