Malena Pichot y su personaje

"Estaba en mi casa en bata, tomando whisky y flores de Bach. Me había dejado un chico y estaba deprimida. En un momento me miré y me pareció gracioso el estado lamentable en el que estaba, así que empecé a hacer un videíto parodiando mi propia vida", explica la joven humorista, en un reportaje publicado por la revista Página 12.

A los 27 años de edad, y partir de su ya mencionada situación sentimental, Malena Pichot se convirtió en un éxito absoluto en Youtube. Tanta fue su popularidad que acabó siendo contratada para hacer sus videos para la cadena MTV. Joven estudiante de Letras, Malena vio como el éxito cambiaba su vida laboral y profesional, por la que debió dejar su trabajo de correctora editorial.

Aquel primer video fue compartido por Malena con sus amigos, quienes "me empezaron a decir que estaba bueno, y eso me devolvía la autoestima. Después se empezó a correr la bola, hasta que me di cuenta que algo en serio pasaba porque un pibe que no había visto nunca me reconoció en una fiesta".

Respecto al génesis de su nombre de guerra, Pichot explica que en aquel entonces "me sentía mal, lo llamaba a mi ex veinte veces por día", quien fastidiado por la insistencia de Malena dio en llamara loca de mierda. "Hablando con mí psicóloga, también me sentía de esa manera. Así que cuando le tuve que poner nombre al video, salió ese, no lo pensé, lo hice todo sin pensar, sin calcular nada". Para la artista, ese nombre resultó útil porque "me legitimaba para decir todo lo que quisiera. Digamos que me apropié de ese insulto machista".

Pichot recuerda su trabajo con MTV, señal a la que llegó gracias al arrollador éxito en Youtube, donde algunos de sus videos poseen cerca de medio millón de visitas. "Me llamaron y me pidieron que hiciera dos videos por semana, cuando yo estaba haciendo uno por mes. Así que tuve que dejar mi laburo para eso", indica.

Buena parte del éxito de La loca de mierda radica en su autenticidad y en la identificación generacional que provoca en muchas mujeres y hombres. Para Pichot, el personaje caló tan hondo entre sus coetáneos "porque no se trataba de que el personaje se quedara soltera, sino que LLDM dice: Mi vida es una mierda, tengo 27 años y no conseguí lo que quería", asegura.

De fuerte impronta personal, Pichot describe a su creación como "una mina que no está obsesionada con tener novio, sino que está obsesionada con un tipo. De hecho lo que tiene de innovador es que en este momento de tanto gato y tanta trola, LLDM no se quiere hacer la sexy, no quiere ser linda y, de hecho, ni quiere tener sexo a veces", señala.

Es particular la visión que La loca de mierda hace del rol masculino, alejado del estereotipo que supone que el varón siempre quieres sexo y sólo sexo. En ese sentido, Malena opina que "los hombres están más asexuados que nunca, por eso tienen que venir Alesandra Rampolla o algunas revistas de género para decirles a las mujeres cómo excitarlos", entiende.

Actualmente, la menuda humorista incursiona en el stand up, modalidad de espectáculo en pleno auge en ambas márgenes del Platas "Siempre me encantó Seinfeld, pero pensaba que el stand-up no se podía hacer en castellano, era muy purista", recuerda. Sin embargo, esa visión cambió cuando "empecé a hacer algo muy chiquito y vi que me gustaba. Después se fueron abriendo otros espacios, me llamaron de La Plaza, y ahora estoy en el Velma, en Palermo, haciendo un show que se llama Ellos".

Fiel a su estilo, Malena utiliza para la difusión de su show exclusivamente las redes sociales. "Twitter es de lo más divertido del mundo. Se genera una horizontalidad buenísima. A lo mejor hay un gordito que está en su casa y te puede decir "qué porquería lo que hacés, mientras él tiene sexo con su perro, pero eso es Internet, una democracia sacada", opina.

Acostumbra al protagonismo en la red de redes, Pichot reconoce que "todavía no me acostumbro es a que me reconozcan. La gente tiene la sensación de que somos amigos. Estuvieron dentro de mi casa y conocen a mi gata, es muy íntima la relación", concluye.